El viento ha amainado justo a tiempo para no molestar al maestro Luis Francisco Esplá cuando toreaba al último toro de su vida en el coso de las Ventas, esa plaza tan suya en la que ha hecho el paseíllo nada menos de ochenta y cinco veces.
En el mismo momento en que Luis Francisco Esplá clavaba la espada en la suerte de recibir al cuarto toro de la tarde, la plaza entera, llena a reventar, se poblaba de infinitos pañuelos blancos. Vista desde lo alto parecía cubierta de palomas que intentaban iniciar el vuelo, momento memorable para la historia de la tauromaquia. Sólo cuando el Presidente ha concedido las dos orejas la multitud, plagada de incondicionales del gran torero que han venido a despedirle, ha cesado en su petición.
El toro de nombre Beato era un santo, y ya está en los altares de la tauromaquia, su comportamiento frente a la muleta de Esplá ha sido ejemplar, obediente a los requerimientos del torero le ha permitido lucirse y recrearse en la suerte sin una queja ni un extraño. Era un toro de gran clase que se merecía un toreo grande, excelso, generoso, tenía una embestida pastueña y noble y un largo recorrido. Ha sido premiado con la vuelta al ruedo y aplaudido por su matador cuando pasaba por su jurisdicción.
Esplá le ha hecho la faena típica de su factoría, muleta retrasada y fuera de cacho, rematando con garbosos adornos, todo de buen gusto y algunos pases sueltos de calidad; especialmente la primera serie al natural, la estocada arriba algo tendida y algo atravesada; el torero condescendiente ha permitido al toro alejarse para morir en un gesto torero de los tantos que el maestro prodiga aunque finalmente le ha rematado al segundo descabello.
La plaza enfervorecida y coreando TORERO, TORERO, TORERO le ha premiado con la puerta grande, quinta vez que sale Esplá por esta puerta de Madrid, y dos vueltas al ruedo, una despedida emotiva y cariñosa a un diestro muy querido en esta plaza y con un historial de torero muy profesional y comprometido.
Le deseamos un retiro tranquilo y muchos años de vida en la que nos deleite con su excelsa elocuencia y su inmenso acervo taurino.
Sebastián Castella ha demostrado mucho valor y profesionalidad al enfrentarse con sus toros, sobre todo con el primero en medio de un vendaval que volvía los capotes y muletas y dejaba al torero al descubierto constantemente, sus dos toros encastados y con genio presentaban muchas complicaciones que el torero no ha sido capaz de resolver, cierto que la faena de su primer toro queda sobradamente justificada por el vendaval, pero no tanto la del segundo, momento en que reinaba una relativa calma surgida poco antes de que Esplá comenzara su faena al cuarto y en la que ha comenzado citando en los medios con el pase cambiado y dando distancia en las primeras series de redondos, pero que poco a poco ha venido a menos finalizando entre los cuernos del toro.
Los toros presentados hoy por Victoriano del Río y los de ayer de El Pilar demuestran que todavía quedan toros de encaste Domecq con casta y fuerza que precisan de toreros valientes y con oficio que sean capaces de domeñar embestidas codiciosas como la del sexto toro de esta tarde, cada vez que aparecen estos toros cuesta más trabajo encontrar a los toreros.
Ah, me olvidaba, Morante no ha tenido su tarde, al primero de su lote le ha lidiado por los costados en medio de un vendaval imponente y con su segundo lo ha intentado sin éxito, enganchones y mantazos han marcado la pauta de sus intentos fallidos de torear y ha optado por entrar a matar sin acierto, le había brindado ese toro a Esplá con un efusivo abrazo de aprecio entre compañeros.
Es lo que tienen los genios, que no todos los días les llega la inspiración.
Jandro
viernes, 05 de junio de 2009
En el mismo momento en que Luis Francisco Esplá clavaba la espada en la suerte de recibir al cuarto toro de la tarde, la plaza entera, llena a reventar, se poblaba de infinitos pañuelos blancos. Vista desde lo alto parecía cubierta de palomas que intentaban iniciar el vuelo, momento memorable para la historia de la tauromaquia. Sólo cuando el Presidente ha concedido las dos orejas la multitud, plagada de incondicionales del gran torero que han venido a despedirle, ha cesado en su petición.
El toro de nombre Beato era un santo, y ya está en los altares de la tauromaquia, su comportamiento frente a la muleta de Esplá ha sido ejemplar, obediente a los requerimientos del torero le ha permitido lucirse y recrearse en la suerte sin una queja ni un extraño. Era un toro de gran clase que se merecía un toreo grande, excelso, generoso, tenía una embestida pastueña y noble y un largo recorrido. Ha sido premiado con la vuelta al ruedo y aplaudido por su matador cuando pasaba por su jurisdicción.
Esplá le ha hecho la faena típica de su factoría, muleta retrasada y fuera de cacho, rematando con garbosos adornos, todo de buen gusto y algunos pases sueltos de calidad; especialmente la primera serie al natural, la estocada arriba algo tendida y algo atravesada; el torero condescendiente ha permitido al toro alejarse para morir en un gesto torero de los tantos que el maestro prodiga aunque finalmente le ha rematado al segundo descabello.
La plaza enfervorecida y coreando TORERO, TORERO, TORERO le ha premiado con la puerta grande, quinta vez que sale Esplá por esta puerta de Madrid, y dos vueltas al ruedo, una despedida emotiva y cariñosa a un diestro muy querido en esta plaza y con un historial de torero muy profesional y comprometido.
Le deseamos un retiro tranquilo y muchos años de vida en la que nos deleite con su excelsa elocuencia y su inmenso acervo taurino.
Sebastián Castella ha demostrado mucho valor y profesionalidad al enfrentarse con sus toros, sobre todo con el primero en medio de un vendaval que volvía los capotes y muletas y dejaba al torero al descubierto constantemente, sus dos toros encastados y con genio presentaban muchas complicaciones que el torero no ha sido capaz de resolver, cierto que la faena de su primer toro queda sobradamente justificada por el vendaval, pero no tanto la del segundo, momento en que reinaba una relativa calma surgida poco antes de que Esplá comenzara su faena al cuarto y en la que ha comenzado citando en los medios con el pase cambiado y dando distancia en las primeras series de redondos, pero que poco a poco ha venido a menos finalizando entre los cuernos del toro.
Los toros presentados hoy por Victoriano del Río y los de ayer de El Pilar demuestran que todavía quedan toros de encaste Domecq con casta y fuerza que precisan de toreros valientes y con oficio que sean capaces de domeñar embestidas codiciosas como la del sexto toro de esta tarde, cada vez que aparecen estos toros cuesta más trabajo encontrar a los toreros.
Ah, me olvidaba, Morante no ha tenido su tarde, al primero de su lote le ha lidiado por los costados en medio de un vendaval imponente y con su segundo lo ha intentado sin éxito, enganchones y mantazos han marcado la pauta de sus intentos fallidos de torear y ha optado por entrar a matar sin acierto, le había brindado ese toro a Esplá con un efusivo abrazo de aprecio entre compañeros.
Es lo que tienen los genios, que no todos los días les llega la inspiración.
Jandro
viernes, 05 de junio de 2009
Mas que la inspiracion hoy Morante ha tenido mucho en contra. Mucho viento, toros infumables sin bravura pero con harto genio y gente dispuesta a aplaudir al pegapases llegado de Francia. Porque pararte, con ese viento y ante esos toros es para cortar orejas a lo Cordobes (volando por los aires)pero torear asi, dificil si no imposible. El hombre busco tocar pelo a punta de eso y si no lo cogio el toro fue por un milagro. Bonita y calida despedida para el Maestro Espla. Se lo merece. Que bueno que el milagro (esta vez torero milagro)se dio y hasta el viento se fue para que el Maestro cuaje una gran faena. Podra versele cualquier pero al asunto pero cuando se transmite las emociones que transmitio Espla eso lo tapa todo. Por cierto, alguien debia decirle a castella que estaba a lado de Espla, aunque sea el saludo de lejos debio darle...Torero moderno no?
ResponderEliminarSuscribo esta excelente crónica. Es imposible decir la verdad de lo que ocurrió ayer en la plaza de mejor manera.
ResponderEliminarHornillos
Simplemente: una corrida de TOROS.
ResponderEliminarMe surge una duda. Al año que viene ¿van a tener las actuales figuras las mismas disputas que éste para torearla? y yo mismo me contesto: las auténticas figuras las tendrían.
Lupimon
No se puede ser tan negativo hombre, para mí Esplá lo bordó.
ResponderEliminarMacandro.
¡Una vez mas, lo urgente me ha alejado de lo importante!. Ayer no estuve "de cuerpo presente" en mi grada del 6. Si estuvo alli mi corazón y mi afición, por eso ahora, al leer la crónica de Jandro, me he quedado un poco triste. Jandro, como yo, es un admirador de ese mostruo del periodismo que se llamaba Joaquín Vidal. Y desde esa admiración compartida te digo que cuando un torero como Esplá se marcha, la "objetividad", tiene que dejar paso a la "toreria". Si nuestra afición a los toros no nos hace mas "humanos", es que no merece la pena. "Faena marca de la casa" "fuera de cacho" "estocada desprendida"...provablemente todo es verdad...pero ¿donde quedan esas tardes de toreria, esa forma de andar, ese capote siempre al quite, esa dirección de lidia, ese lucir los toros?;¿donde está el peso de Esplá como figura enciclopedica del arte de enseñar a los no aficionados a ver y sentir los toros?. Provablemente Espla no ha sido un gran torero, pero ha sido "un torero" y eso lo pueden decir pocos. Jandro desde el cariño y la admiración que sabes te tengo, tu cronica de hoy me ha decepcionado, no porque no sea objetiva, sino porque lo mismo que a cada torero hay que juzgarlo por el toro que tiene delante, a cada toreo hay que juzgarlo en función del momento, en función de su época, de sus limitaciones humanas y sus circunstacias y al que da lo que tiene, tarde, tras tarde, no hay que pedirle mas: solo hay que darle las gracias por su ejemplo el dia de su adios. Juansintierra
ResponderEliminarEl Maestro Esplá dió toda una lección magistral, para los aficionados y para quienes quieran iniciarse en el Toreo de verdad y en la verdad del Toreo y demostró que otra Fiesta es posible cuando hay un Toro y un Torero hace el Toreo.
ResponderEliminarPgmacias
Esta mañana, antes de salir de mi casa, dejé mi comentario anterior, cuando todavía no había ninguno. Ahora, cuando he vuelto y lo he visto, me he quedado frío, pues supongo que por mi ineptitud informática o por esos duendes fugaces que a veces aparecen, he comprobado que no estaba completo lo que yo quise poner. Era esto:
ResponderEliminar“Simplemente: una corrida de TOROS.
Y un TORERO.
Me surge una duda. Al año que viene ¿van a tener las actuales figuras las mismas disputas que éste para torearla? y yo mismo me contesto: las auténticas figuras las tendrían.”
Y ya puesto a rectificar, voy a añadir otro comentario que había dejado 6 minutos antes en el blog http://estrapicurciela.blogspot.com/
“Ayer se pudo ver la diferencia entre el jamon/patanegra/bellota/5jotas y la mortadela, pero ocurre que el primero es para el gourmet (gastrónomo) y la segunda para el gourmand (glotón), aunque claro, a éste, también le guste lo exquisito.”
Lupimon
Te felicito Jandro por tu valentía,
ResponderEliminara la hora de escribir la cronica y expresar a contracorriente lo que de verdad acontecio en el ruedo. Porque en una plaza como Madrid, dar dos orejas después de dos descabellos solo es posible si el maestro es Esplá, Aunque también coincido con Pedro, que en el caso particular del torero alicantino, era día de mirar hacia otro lado y dejar que se le premiaran con la puerta grande, como premio a todas las tardes de magisterio, sobre todo en los dos primeros tercios, que ha ejercido durante toda su carrera y que nos ha hecho mejores aficionados, a los que tarde tras tarde calentabamos la piedra de la monunmental y nos dejabamos nuestros ahorrillos en taquilla.
¿ Quien dice que los toros de más de 600 kiloss no embisten ?