Ultimamente oímos que debido a las lluvias del otoño y de este invierno, los ganaderos están teniendo problemas para "rematar" sus corridas en estas primeras ferias.
Yo creo que con independencia de las lluvias ,el principal problema está en la edad de los toros. Copio lo que escribía el pasado verano Rafael Cabrera:
Hemos consentido los aficionados, a lo largo de varias décadas, la rebaja de la edad para considerarlo ya como adulto, como toro y no como novillo. Desde antiguo, a principios del siglo XX, y hasta el reglamento de 1923, sólo eran considerados toros aquellos que contaban con cinco o más años de edad. Se transigió con la tesis de algunos ganaderos, que nos impusieron el novillo de cuatro años, porque con nuevas y modernas técnicas de alimentación se aceleraba el crecimiento y se cerraba la boca (la dentición) algo antes. Toro, pasó a considerarse como el de cuatro años y cinco hierbas, cumplida ya la primavera de cada año, con el aporte de la nueva y rica hierba tras las penurias invernales. De ahí, y en unos cuantos años más, lo dejamos en los cuatro años estrictos.
Foto:José Porcar
No hay comentarios:
Publicar un comentario