Según D. Manuel García-Aleas Carrasco q.e.p.d., Secretario de la Unión de 1946 a 1985, el tema de las puyas era uno de los asuntos más trascendentes que afectaban a la lidia, y ya desde la creación de la U.C.T.L. en 1905, se le consideraba como una de las razones de creación de la Sociedad.
En la Tauromaquia moderna el control de las puyas era efectuado por la Unión de Criadores de Toros de Lidia en su sede, pero desde el Reglamento de 1992 y el vigente de 1996, dicho control pasó en exclusiva a las Delegados Gubernativos, autoridades poco duchas en la materia, que sin los conocimientos necesarios ni los instrumentos precisos no podían rechazarlas en los reconocimientos previos ante la inminencia de la celebración de los espectáculos taurinos, pues según alguno de ellos “como iban a suspender una corrida por el tema de las puyas ante la dificultad de conseguir otras en tan breve plazo de tiempo” cuando no podían precisar sus posibles irregularidades por falta de instrumentos de medida adecuados.
En la Tauromaquia moderna el control de las puyas era efectuado por la Unión de Criadores de Toros de Lidia en su sede, pero desde el Reglamento de 1992 y el vigente de 1996, dicho control pasó en exclusiva a las Delegados Gubernativos, autoridades poco duchas en la materia, que sin los conocimientos necesarios ni los instrumentos precisos no podían rechazarlas en los reconocimientos previos ante la inminencia de la celebración de los espectáculos taurinos, pues según alguno de ellos “como iban a suspender una corrida por el tema de las puyas ante la dificultad de conseguir otras en tan breve plazo de tiempo” cuando no podían precisar sus posibles irregularidades por falta de instrumentos de medida adecuados.
En el estudio de la suerte de varas citado, no pudimos medir ni comprobar las puyas que causaron las lesiones estudiadas al no tener competencia en la materia, pero si pudimos observar algunas. Todas las puyas observadas estaban vaciadas, es decir, tenían las paredes de las pirámides cóncavas en vez de planas. Este hecho provocaba que el ángulo de la superficie cortante de cada arista fuera más pequeño, con lo cual la puya era bastante más traumática que si fuera reglamentaria. Si una puya reglamentaria debe tener 60º en cada uno de sus ángulos en la pirámide triangular, al vaciarla, este ángulo disminuye. El ángulo de la superficie cortante de un bisturí (del nº 20) es de 32º. Cuanto más se vacíe una puya, más se aproxima el filo de cada arista a un bisturí. Igualmente, los filos de la pirámide deben ser rectos, y en ocasiones son cóncavos.
En estos momentos y gracias al trabajo de la Unión, está en estudio el tema del control de las puyas por parte del Ministerio del Interior, y esperemos que en breve plazo de tiempo se consiga un riguroso control para evitar el fraude en las mismas, que menoscaban antirreglamentariamente el poder de los toros.
En estos momentos y gracias al trabajo de la Unión, está en estudio el tema del control de las puyas por parte del Ministerio del Interior, y esperemos que en breve plazo de tiempo se consiga un riguroso control para evitar el fraude en las mismas, que menoscaban antirreglamentariamente el poder de los toros.
Foto: David Cordero
Nota:
-Lesiones producidas por la suerte de varas I - Introducción y misiones de la suerte de varas
-Lesiones producidas por la suerte de varas II- Lugar en que se ha picado
-Lesiones producidas por la suerte de varas II- Lugar en que se ha picado
No hay comentarios:
Publicar un comentario