"Es
una pena que, en los términos de pureza concebidos por el liencista
de El gran masturbador, no llegara a celebrarse nunca
–por razones sanitarias y demás- la corrida daliniana de Figueras.
La idea era que, en ella, un helicóptero se llevara por los aires,
colgando de un garfio, el cuerpo del toro, que depositaría sobre las
peñas de Montserrat para que, allí, fuera devorado por los buitres.
Así, el mitraísmo iranio se fusionaría con el mitraísmo mongol de
las estepas merced al viático de la espada de Curro Girón o Paco
Camino.
(...)
Yo,
lo reconozco, echo en falta al buitre. Unos pocos picotazos bien
dados en las gargantas adecuadas, y la Fiesta podría darse por
salvada."
Joaquín
Albaicín " La
corrida surrealista"
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