Pregunto a mi buen amigo Gastón Ramírez Cuevas por la novillada de De Haro en La México y me envía estas lineas:
La novillada fue excelente pero los novilleros estuvieron muy mal.
Karla de los Ángeles cortó el solitario apéndice porque la gente quería que por
lo menos ese animal de bandera se fuera sin una oreja. Pasó lo de siempre, el
toro bravo puso a todo mundo en su lugar. Ninguno de los de De Haro era el
diablo, pero tampoco eran tontos; nobles si, pero bobos no. De hecho hubo
momentos de peligro debido a la enorme ineptitud de la terna (1). A esos bichos,
ciertos novilleros de verdad les cortan mil orejas y doce rabos. Un abrazo.
(1) En el cartel junto a Karla de los ángeles estaban Miguel de Pablo y Sergio Garza
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