Me encuentro con un aficionado y hablamos de la interesante corrida de Victorino en Valdemorillo. Nos congratulamos del triunfo de Fernando Cruz, manifestamos nuestro interés por volver a ver a Alberto Lamelas y lamentamos que un buen torero como Sergio Aguilar no hubiese planteado de un modo distinto las faenas a sus complicados toros. La corrida del sábado ni la mencionamos.
Vuelvo a copiar unas lineas del artículo de Andrés de Miguel para Opinión y Toros:
Para valorar con más facilidad la correosa e interesante corrida de Victorino, nada mejor que contrastarla con la del día anterior, donde seis obedientes juanpedros embistieron con seleccionada nobleza, sin provocar ni un desorden, ni un mal gesto, ni cortar un viaje, ni rehusar una embestida, ni pensar que pudiera haber un matador junto a la muleta. Una nobleza infinita, no exenta de casta como el tercero, ni de codicia como el primero y cuarto en la que los tres matadores salieron con su vestimenta impoluta.
Foto: Paloma Aguilar
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