Sería deseable, que, antes de Sanfermines, llamen a la puerta nuevos toreros “en ascenso”. No hablamos de matadores estetas, ni artistas de cimbreante cadera. Hablamos de diestros capaces con las corridas duras. Matadores corajudos que ocupen el sitio libre y que, si se tercia, puedan darse una vuelta a España sin ocupar portadas de suplementos. Lo que ahora es ficción, dentro de seis meses puede ser un hecho. No olvidemos aquel año de Manili, no fue hace tanto.Nota:
-les enlazo a una crónica de Joaquín Vidal sobre una corrida de Miura en Las Ventas
-Les enlazo a una crónica de Joaquín Vidal sobre una corrida de Miura en Bilbao, en la que podemos leer sobre Manili el siguiente texto:
triunfó con todo derecho. Y, de paso, pudo enseñar al público la diferencia abismal que hay entre torear un toro y pegarle pases a un borrego.
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