miércoles, julio 18, 2007

A la deriva

El aficionado a toros es comprometido con el espectáculo y critico por definición, nunca es un manso al servicio de los corraleros. El aficionado a toros es amante del toro bravo al que defiende por encima de todo. Un aficionado no necesariamente está agrupado. Puede ser un solitario. Un lobo estepario al viento de la integridad y la pureza. Y además, rehuya el aficionado a toros de los encasillamientos de coletillas “... culturales”. Tras de ellas hay muchos enemigos agazapados.

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