La corrida tocaba a su fin, el sexto en la arena, Escribano se dispone a clavar el tercer par de banderillas; cita muy en corto, el toro arranca con extrema velocidad, casi lo atropella y con los astifinos pitones logra arrancarle los hilos de la chaquetilla antes de que el torero, apuradísimo, pudiera gana el burladero. Y, en ese momento, se transfigura en héroe. En lugar de tomar aire en un instante salvador, toma los palos de nuevo, pide permiso y, entre el arrebato de la plaza, sorprendida por reacción tan gallarda, se luce con un magnífico cuarto par asomándose literalmente al balcón. Vamos, que el miedo le duró a Escribano lo que tardó en coger los garapullos.
(...)
Escribano,
quien, muleta en mano, y a pesar del escaso recorrido del sexto,
consiguió embeberlo en la muleta y lo toreó muy bien por naturales
en dos tandas, una de ellas de frente y a pies juntos que supieron a
gloria. Con todo merecimiento paseó una oreja de mucho peso, y sale
de la feria con todas las bendiciones porque supo espantar el miedo y
erigirse en un torero de los pies a la cabeza.
Si denominamos figura del toreo al mas completo o algo asi,podemos llamar figura a este aparecido despues de 10 años de alternativa,sin que nadie mencionase su nombre en ninguna parte.Este si es un figura,con el tonto y con el listo.Diego urdiales los aficionados llevamos tiempo diciendo quien era,pero los incredulos ,hasta que don francisco ´no dijo que sabia torear, no empezaron a mirarlo , tambien es un figura,que no llenarian plazas de pueblo esa tambien es verdad,estos de segunda fila como dicen SON FIGURAS SON TOREROS,y con mayusculas
ResponderEliminarEl problema del valor en los toreros es un asunto peliagudo. El autentico valor, el valor de ley, es el valor consciente. El ataque de testosterona, a menudo no es valor, es inconsciencia. Escribano salió a parara sus dos toros a "portagayola", pero al primero lo mató a la última, echándose fuera de la suerte y haciendo la curva del perro. Escribano se inhibió de la lidia, dejo que a sus toros los peones les capotearan sin medida, fueran al caballo a su aire, picando casi siempre el reserva y desde luego, sin poner los medios para evitar los defectos de sus dos animales. El segundo, el de la oreja punteaba por defectos de la lidia. En el par donde el toro le apretó, demostró desconocer las querencias, por eso en el par de rectificación, lo puso por el otro pitón. En suma, que el mejor Escribano echa un borrón, pero este debería revisar los videos de ayer y sacar conclusiones para el futuro. Una oreja puede cegar mas que alumbrar si el protagonista no tiene los ojos entrenados. JUANSINTIERRA
ResponderEliminarEl problema del valor en los toreros es un asunto peliagudo. El autentico valor, el valor de ley, es el valor consciente. El ataque de testosterona, a menudo no es valor, es inconsciencia. Escribano salió a parara sus dos toros a "portagayola", pero al primero lo mató a la última, echándose fuera de la suerte y haciendo la curva del perro. Escribano se inhibió de la lidia, dejo que a sus toros los peones les capotearan sin medida, fueran al caballo a su aire, picando casi siempre el reserva y desde luego, sin poner los medios para evitar los defectos de sus dos animales. El segundo, el de la oreja punteaba por defectos de la lidia. En el par donde el toro le apretó, demostró desconocer las querencias, por eso en el par de rectificación, lo puso por el otro pitón. En suma, que el mejor Escribano echa un borrón, pero este debería revisar los videos de ayer y sacar conclusiones para el futuro. Una oreja puede cegar mas que alumbrar si el protagonista no tiene los ojos entrenados. JUANSINTIERRA
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