A las 20:48 de la tarde caía el último toro. Manuel Jesús, El Cid, necesitó de un metesaca; media estocada en el rincón; un pinchazo y una estocada caída; una estocada pasada y dos descabellos; una corta desprendida y tres descabellos; una corta trasera y un descabello; para despachar la corrida de Victorino Martín con la que todos, por muy incrédulos que fueran, habían soñado con su mano izquierda. La que pudo ser y no fue. Gracias, torero.
Vazqueño -Aquí la crónica -
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