Estrechos y cortos de miras como los nacionalistas que limitan y castran el pensamiento del individuo, como las religiones.
Cobardes como Montilla que se apunta a la libertad de voto cuando ve peligrar uno cuantos sufragios, incapaz de afrontar la realidad y conducirla hacia su propia opinión paralizado por el miedo a la pérdida de poder.
Cínicos como los ecologistas que destruyen lo que defienden: el cuidado de los animales.
Oportunistas, salvapatrias y cicateros como el PP, representado en la CM por una Esperanza Aguirre responsable del maltrato al arte de torear en la primera plaza del mundo.
Esta sociedad sufre una clase política cargada de prebendas que la subyuga y estrangula sus apetencias y sentimientos, y la aguantamos como los esclavos a sus amos o los siervos a los nobles ¿no será hora de rebelarse?
Presumen de un triunfo de la democracia ¿han convocado un referéndum para conocer los verdaderos deseos de los catalanes?
Entre todos estos políticos rampones y de medio pelo han empezado hoy en Cataluña a cargarse la tauromaquia de forma oficial. Merecen un rechazo contundente, dejémoslo patente en los medios a los que tenemos acceso y también y sobre todo definitivamente en las urnas.
Jandro
miércoles, 28 de julio de 2010. Triste día para el toreo.
Vayamos a la rebelión. Pero además de los políticos me sobran los taurinillos...especialmente los que en los últimos años han gestionado Barcelona.
ResponderEliminarAcertadisimo todo el artículo, nos toca mover ficha, el mensaje politico del "asunto" es trascendente.
ResponderEliminarEnhorabuena por el texto,
La reflexión puede estar bien, pero
ResponderEliminarno olvidemos, que quien vota a estos políticos que has citado es la gente de a pie. Culpa también tienen los votantes. Y me huele a mi, que pocos aficionados votan o dejan de votar a tal partido político por como actuan en el tema de los toros.