"Dice el Boletín de Loterías y de Toros: "El quinto toro de Saltillo, hermosísimo animal, grande como un castillo, alfilerado más bien que encornado, negro bragao, meano, con muchos pies y muchísimo poder, etc"
Al cándico público actual se le ha hecho creer que la vacada de Saltillo era tradicional y de abolengo el toro pequeño, recogido, cornicorto y débil de patas. No es cierto. La admirable raza de Lesaca, en su pureza, fue todo lo contrario, hasta que vino quien vino a achicar cuerpos y cabezas.
Los saltillos anteriores a 1890 eran, en su mayoría, ejemplares magníficos, de lámina, de libras, de cuernos y de presencia"
Foto: portada del número que dedica la revista Terres Taurines al encaste Saltillo
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