- A los picadores no les conoce casi nadie. Se escudan en un anonimato que les sirve para pasar desapercibidos cuando la "pician" y, por otro lado, saben que si lo hacen bien casi nadie se lo va a reconocer. Por eso sería conveniente que vayamos dando a conocer a estos hombres, que cuando salten al ruedo la gente sepa el nombre del picador, que en las crónicas se les mencione, que sus nombres vayan sonando entre los aficionados. Hay que ir sacándoles de ese anonimato, que los aficionados y el público conozca quienes son los buenos y malos picadores; seguro que eso es un buen aliciente para mas de uno.
Foto: Julián Jaén
jo, como me une a esa argumentacion.
ResponderEliminarsino parece que la tauromaquia puede convertirse en una ceremonia de adulacion monoteologa del nuevo becerro de oro : el pico muletero.
bravo.
ludo
Pues empiezo recordando a Efren Acosta que acaba de tener un accidente de trafico, y que aquella gloriosa tarde de otoño nos regalara con una de victorino.
ResponderEliminarAunque no venga al caso, acabo de leer que Rafaelillo deja a su actual apoderado. Espero y deseo que no se vea tentado por la "comodidad" de una casa grande y perdamos a uno de los referentes de los aficionados.
ResponderEliminarY de los piqueros, me acuerdo de uno que apuntaba maneras, se aburrió y se quedó en su casa ayudando en las faenas de campo, Agustín Collado.
Un saludo
jabonero
Me uno a ésta declaración. El problema es que con el caballo y el peto actual, apenas se nota la diferencia entre los picadores buenos,regulares y regulares. Un saludo.
ResponderEliminarYo tengo dos nombres que apuntan buenas maneras, Manuel Jose Bernal a las ordenes de Morenito de Aranda y Diego Urdiales e Ismael Alcon de la cuadrilla de Luis Bolivar.
ResponderEliminarEstoy contigo, salvemos el tercio de varas!!
ResponderEliminarhttp://terciodevaras.blogspot.com/2008/11/recuperaran-la-gloria-de-tiempos.html
Hay que leer las primeras crónicas taurinas, a finales del XVIII y en el primer tercio del XIX, para comprender lo que eran los picadores. Y seguro que hay hogaño, pica en mano y con buen gobierno del caballo, quien podría emular los tiempos de antaño.
ResponderEliminarY, señores, hablemos de toreo antiguo.
Saludos.