"Ortega Cano, primero a la verónica, después en la brega, por último en la faena de muleta, toreaba despacio. No toreaba con la lentitud de los perezosos, sino con el cadencioso ritmo de los que tienen el pulso bien templado para traducir en estética los sentimientos del alma. Se recreaba en las suertes y cuando cerraba en un círculo mágico el natural o el redondo, afianzando la hondura del muletazo, su persona y la fosca mole negra coronada de media luna componían una sola figura, que era el monumento al arte de torear”.
Nota: enlazo a la crónica del mismo Joaquín Vidal a la faena de Ortegas cano al toro de martínez Benavides de mayo de 1985
Buenos años para esta ganadería, en el recuerdo el toro sobrero de la faena de Paula en la Feria de Otoño del 87.
ResponderEliminarOselito.
Perdón, pensé que este toro también fué de Martínez Benavides.
ResponderEliminarOselito.