Más
del 90% de los llamados “animalistas” no ha visto nunca una
corrida de toros. Tampoco los nazis habían leído los libros que
lanzaban a la hoguera. Y era más que improbable que las brujas que
quemaban los inquisidores fueran propietarias de flipantes escobas
voladoras. Por eso se puede afirmar que una de las características
de los individuos sectarios es su agresividad y otra su
desconocimiento.
(…)
lo
más probable es que un animalista del común ignore que Adolf
Hitler y
su lugarteniente Himmler publicaron las primeras leyes animalistas
del continente europeo. Ambos, siguiendo la inspiración de locuelos
posdarwinistas como Davenport o Madison Grant, creyeron a pies
juntillas en la igualdad de animales y personas, que es el primer
paso para tratar a las personas como animales.
(...)
Hoy,
los intereses de las multinacionales del espectáculo, de la
alimentación, de los accesorios para las llamadas mascotas, lideran
un negocio mundial que mueve más de 20.000 millones de dolares al
año. A su servicio, una potente penetración cultural centroeuropea,
germánica y anglosajona, ha colapsado la conciencia analítica y
crítica de muchos ciudadanos del Sur de Europa. Transformándolos en
adolescentes emocionales y haciendo del animalismo uno de los
abalorios sentimentales que movilizan con más éxito el histerismo
colectivo.
Las
plazas de toros se convierten en espacios para la especulación
urbanística (caso de la de Barcelona) mientras el espectáculo
taurino, pura creación popular, revolucionario, dramático, veraz,
de fusión entre música, ballet, plástica, ética y estética, se
ve acosado sin que la izquierda española mueva un dedo en su favor.
Una izquierda que desconoce el origen de la fiesta taurina como
victoria popular de los mozos que auxiliaban a los aristocrátas en
su deporte de alancear toros desde sus caballos. Ellos, los mozos del
pueblo, desarrollaron frente al toro estrategias creativas que
entusiasmaron a los públicos. Y rompieron las normas que
encorsetaban a las clases populares, utilizando el oro, la plata, y
la seda, en sus vestimentas, materiales prohibidos al pueblo llano,
además, por ejemplo, de hacer el paseíllo sin destocarse aunque el
Rey estuviera presente en la plaza.
¡Ojalá la
muerte de Victor Barrio sirva
para iluminar el mérito extraordinario de quienes, como los toreros,
arriesgan su vida para levantar esculturas efímeras frente al toro,
y apuestas radicales sobre el doble valor, humano y humanista, de la
existencia…!
Francisco
López Barrios es escritor, periodista y novelista.
Foto: Laure Crespy
Lo sigo intentando... ¿izquierda? ¿es la izquierda la que ha prohibido el toro de la vega? ¿quien ha sido el dictador que lo ha hecho? ¿Pedro Sanchez? ¿Pablo Iglesias? Espera espera, si dicen que han sido los de la gaviota. Si si, esos a los que mucho taurinillo dice que hay que votar porque son los unicos que defienden los toros... vaya hombre, que cosas. Y mientras tanto sigamos siendo tan "borricos" de seguir politizando esto nosotros mismos, los politicos ha quedado demostrado que van a su interes, pero los unos y los otros, y el aficionado es tan tonto de caer en su juego, ASI NOS VA, OIGA!!!!. Mas vale que defendamos el toro y dejemos de pedir determinado voto, que es lo que parece que hacen algunos. Saludos (espero que esta vez si se me publique).
ResponderEliminarUn tío,que termina sus actos con el puño en alto, que primero era comunista y ahora dice que es sociademocrata. Que era chavista, pero ahora no etc..., y el otro, Pedrito Sánchez, que esta en contra del populismo, pero hace alcaldes y presidentes autonómicos con los votos de su partido, a los que por ejemplo, cierran la escuela de tauromaquia de Madrid. Pues muy de fiar parece que no son. Nada que ver con el Psoe extremeño o el andaluz que no son nada sospechosos de defender la fiesta Nacional.
ResponderEliminar¿y que decimos del excelentisimo señor presidente de la junta de comunidades de castilla y leon? que casualmente no es ni de PSOE ni de PODEMOS.
EliminarPues esperemos, porque los toros son el arte más compleo que hay.
ResponderEliminar/Ricardo
Yo no estoy de acuerdo con que prohíban nada. El hecho de prohibir el toro de la Vega,sólo corresponde a dos razones: al populismo que tienen los partidos de remar a favor de la corriente (reconozcamos que el toro de la Vega es anacrónico y nada tiene que ver con la lidia ordinaria o festejos populares, bien reglados,donde la protección del animal es exquisita ).Y que el alcalde de Tordesillas es del PSOE y huele a Vendetta política.
ResponderEliminarLos argumentos contra el Toro de la Vega se pueden utilzar igualmente con las corridas ordinarias (es anacrónico,,,,) y esos festejos son el origen de las corridas, Ka prohibición ha sido una indigna puñalada trapera del PP y PSOE contra la tauromaquia
EliminarYo siempre he dicho que el dia que uno caiga, hay muchas posibilidades de que lo hagan los demas, si cortas la raiz el arbol muere. Ahora iran a por el toro jubilo de Medinaceli, es al que mas caña daban despues del de la vega y casualmente se desarrolla en Castilla y Leon, cuyos gobernantes ya hemos visto lo que han hecho y repito, no son ni del PSOE ni de PODEMOS, y cuando llegue el momento iran a por las corridas.
EliminarY mientras nosotros entrando en su juego...
Pero no he visto ni que el Psoe ni Podemos se opongan a tal prohibición. A mi me sigue pareciendo infinitamente peor lo de la escuela de tauromaquia de Madrid o la de twits y comentarios en las redes sociales después de la muerte de Víctor Barrio de simpatizantes de Podemos, como su rapero oficial y demás mierdas.
ResponderEliminarNo nos rasgemos las vestiduras, el toro de la Vega, no hay quien lo defienda.
Conclusion... todos a votar al PP, ¿verdad?
EliminarLuego son los politicos los que politizan los toros. No no no, somos nosotros mismos.
La conclusión es Vota a quien quieras menos a Podemos y sus confluencias si te gustan los toros.
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