Copio, en al menos dos capítulos, la crónica de Antonio Santainés correspondiente a la tarde del 16 de junio del 2002 en Barcelona.
Toros de Tomás Prieto de la Cal para Gil Belmonte, José Luis Triviño y Sergio Martinez
"Milagroso encuentro con el toro de lidia"
A poco que trepemos por los árboles genealógicos de la ganadería brava española nos encontraremos con desagradables mutaciones. A un determinado punto remplazan los ganaderos sus precedentes orígenes por un encaste común, de alarmente docilidad, que dio paso al llamdo toro comercial.
Con el toro comercial sujeto a todo tipo de vejación se dio a la fuga el el toro auténticamente bravo con su propia y definida personalidad. Así está el toro de lidia y así nos luce el pelo en la fiesta.
En esta corrida del domingo se produjo-¡oh!rara avis- una curiosa excepción ejemplo a seguir que me malicio caerá en saco roto. ¡Una pena! porque los toros de Tomás Prieto de la Cal acaban de obsequiarnos generosamente con una gran tarde de toros en Barcelona.
Y es que las llamadas figuras del toreo de hoy han formado un frente de combate contra el toro de lidia. Y están a punto de acabar con él. Y cuando por acaso llega a los corrales de una plaza de toros una corrida de respeto, empìeza el calvario del empresario para encontrar una terna de matadores y, al fin, tienen que cargar con el mochuelo los que saben por triste experiencia que también el hambre da cornadas mortales (...)
Foto: Costillares
Nota: La crónica se publico en el diario "Abc".
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