Durante muchos años he sido un aficionado a los toros desde la grada. Me limitaba a ir con la mayor frecuencia posible a las plazas de toros y me relacionaba con un pequeño grupo de aficionados. Nunca tuve interés en bajar de la grada y acercarme a lo que se llama "el mundo taurino"; en mis inicios me acerqué timidamente a alguna peña taurina, pero enseguida la abandoné , no me aportaba nada.
Ultimamente, el último año, he bajado de mi grada y me he acercado a ese "mundo".
En el lado positivo he encontrado a enormes aficionados/personas, aficionados volcados en una lucha desigual y unidos por su amor al Toro y a la Fiesta.
En el lado negativo está el "taurinismo oficial"; tenía una malísima idea de ellos; periodistas sobrecogedores, empresarios, políticos, torerillos, ganaduros,....,pero la realidad supera a todo lo imaginable. Cuando mas veo, mas "flipo", ¡qué mundo!, ¡qué gentecilla!...
La tentación sería "recoger" lo bueno y volver a subir a la grada para dejar de "oler tanta mierda"...¡pero no me apetece!.
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