Su tercero,Macetero, número 40, salió más parado que un gato de escayola, pero ahí nadie del peonaje quería ir, porque todo el mundo se olía el arreón y miraban para otro lado por si las gentes se exasperaban y forzaban a ir al matador a recibir al toro, finalmente salió Montoliú, que le echó el capote abajo y le aguantó de manera torerísima los gañafones, sacando el capote por debajo de las palas, sin un enganchón; primeramente el toro le acosó y le fue cerrando hacia tablas y desde ahí Montoliú, con conocimiento, arrojo y torería se lo sacó hacia el tercio donde lo dejó perfectamente a disposición de su matador, recibiendo una cerradísima y merecida ovación.
José Ramón Márquez
Em la tauromaquia actual, se da un tipo de peonaje muy curioso. Se trata de peones o banderilleros, que buscan el lucimiento personal, desdeñando las labores discretas propias de su oficio. Me estoy refiriendo naturalmente a la colocación en el ruedo en los momentos de apuro. En el mano amano de ayer, los dos matadores fueron perseguidos y cogidos en varias ocasiones porque nadie, repito, nadie, les hizo el correspondiente quite. En una de las ocasiones, el toro hizo hilo y un señor con corbata, tubo tiempo de salir del callejon, saltar al ruedo y realizar personalmente el quite que los toreros no habian realizado, soportando de paso una bronca del tío del plumón bermejo.
ResponderEliminarAún recuerdo al maestro Esplá, en tardes de Victorinos, siguiendo la lidia de sus compañeros desde el callejon, a un metro de distancia, atento al quite por si fuera necesario, a despecho de que fuera o no su turno o su toro. Falta afición y toreria y sobra narcisismo.JUANSINTIERRA
Era torero el que saltó con corbata, Sebastián Ritter.
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