viernes, octubre 26, 2012

Para un fin de semana de otoño


INTRODUCCIÓN
Los patas blancas son un ejemplo perfecto, ya que su existencia, a lo largo de un siglo, ha estado condicionada por azares de la moda o sucesivas normativas, que los empujaron desde las mejores plazas hasta los márgenes del mercado. En la lucha por la vida descrita por Darwin, hoy están en decadencia, y algunas de sus ramas en vías de extinción […] Como Saltillo, Coquilla, Santa Coloma y otros, el encaste de los patas blancas fue más sensible que el de Ybarra-Parladé a los vaivenes de la Fiesta, y los tres desastres que cayeron sobre él, como los cometas sobre los dinosaurios, redujeron poco a poco su existencia a una presencia testimonial, hasta temer que ésta sea la antecámara de su desaparición.
El primero de estos cometas exterminadores fue el advenimiento de Joselito y Belmonte quienes, en algunos años, eliminaron el encaste vazqueño, quedando los Veraguas como únicos supervivientes. Hasta el punto que podríamos pensar que el cruce con Santa Coloma salvó al encaste Vega-Villar de la desaparición. El segundo cataclismo, mientras que los Vega-Villar de Sánchez Cobaleda o Galache formaban parte de las ganaderías predilectas de las figuras, fue la aparición de la tablilla. Todas las ganaderías aumentaron el volumen de sus toros y los patas blancas, pequeños por naturaleza, no lo soportaron. Público y toreros los despreciaron de repente y los relegaron al bastión torista con la efímera ganadería de Luciano Cobaleda, antes de pasar a las corridas de rejones. La tercera hecatombe coincidió con la entrada de España en el mercado común, cuando las ayudas desde Bruselas a la ganadería sólo eran posibles si se lanzaba una campaña sanitaria a gran escala. Víctima de una endogamia endémica y a pesar de los esfuerzos por refrescar, la rama de Sánchez Cobaleda entró en la espiral de erradicación contra la que todavía lucha Barcial, mientras que los Encinas –que atraviesan un gran momento, a pesar de no encontrar su sitio en el mercado- serán objeto del próximo opus. Sin la pasión de Arturo y Jesús Cobaleda, Paco Galache, Caridad Cobaleda y, más recientemente, de Victorino Martín, los patas blancas ya habrían desaparecido sin que nadie llorase en el sector de las empresas y los toreros.

2 comentarios:

  1. No encuentro la publicación por ninguna parte, sabe de algún sitio (fijo) en Madrid donde la pueda adquirir? Muchas gracias de antemano.

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    1. Aquí tienes los puntos de venta: http://www.tierrastaurinas.com/puntos_de_venta.php

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