Copio varios comentarios recibidos , y ya publicasdos, referentes a la actitud a tomar por el aficionado de la plaza de Las Ventas ante la grave situación creada por "los desmanes de esta empresa con la complicidad del Consejo de Asuntos Taurinos"
LUPIMON :
Lupinon: no se pueden tirar almohadillas ni organizar altercados porque sólo conseguiríamos nuestro propio desprestigio, la protesta en la plaza debe ser educada pero contundente debemos aprovechar los foros disponibles para denunciar el frauda continuo. Sin igualarnos a ellos.
OPSEN :
No creo que nadie pretenda organizar altercados de orden público, pero las broncas y las almohadillas (testimoniales, por cierto, no a dar) son algunas de las tantas tradiciones que se han ido perdiendo en Madrid. Hace no demasiados años eran una aparición habitual -y que se lo pregunten a Curro- sin que nadie se escandalizara. El llamado a la educación me parece absolutamente correcto, porque la grosería y el primitivismo no nos llevará nunca a nada positivo, pero ante una agresión como la que perpetra la empresa de Madrid contra los aficionados, una respuesta rotunda me parece perfectamente justificada. Ellos, con toda la educación del mundo, nos están estafando y, lo que es peor, nos están robando la fiesta en una escalada que puede llegar a ser definitiva. En esas condiciones no se puede exigir que los aficionados, que no tienen ningún otro poder que no sea el de la protesta, se resigne a quedarse educadamente callado mientras ve que se cargan definitivamente el objeto de su afición.
El problema es evolutivo y tenemos que darnos cuenta de una vez. Ya surgían voces hace años acerca de eliminar la protesta durante la faena. Era, según los taurinos, una falta de educación el dar voces mientras el torero "se jugaba la vida" ante un "toro", por lo que se nos conminaba a esperar hasta que concluyera la "faena" o, mejor aún, hasta el final de la corrida para expresar nuestro descontento. Es decir, nos exigían el respeto que ellos no nos brindaban, siendo que somos nosotros los que pagamos y ellos los que cobran. No debemos caer en esa trampa porque no es otra cosa que una forma más de pretender acallar a la afición. La afición se desprestigia callando, no protestando.
No se trata de un llamado a lanzar almohadillas, insisto, -yo no lo hago, entre otras cosas, porque suelo sentarme muy arriba- pero los que quieran y puedan, pueden y deben, como ha sido siempre.
Amigo Jandro, estoy de acuerdo con todo lo que has dicho en tu primer comentario. Solamente he utilizado una palabra de tu segundo, "educación", para manifestar mi apoyo al llamado de Lupimón a la resistencia civil antes que sea demasiado tarde. Que igual, ya lo es.
Un gran saludo
LUPIMON :
Jandro:
Te ha contestado por mí Opsen.
Estoy de acuerdo en todo lo que dice que suscribo al 100%.
¡ya está bien de que seamos lo que ahora se dice políticamente correcto!
Yo no puedo tirar almohadillas porque estoy en delantera de grada, pero si estuviera en las 5 ó 6 primeras filas de tendido, puedes estar seguro que las mías serían de las primeras. Siempre, por supuesto, con el debido cuidado de no dar a alguien.
Lupimon
LUPIMON :
Los culpables estamos en la plaza, tragando por todo sin protestar y consintiendo los desmanes de esta empresa con la complicidad del consejo taurino y su gerente al frente.
Mientras los aficionados sigamos impasibles ante esta situación y hasta que no se organicen en la plaza verdaderos altercados frente a los continuos incumplimientos y fraudes, no conseguiremos arreglar nada.
Es necesario que se sienta la voz del aficionado en la plaza: broncas, pancartas, almohadillas ... lo que sea para acabar de una vez con esta empresa, este consejo y esta autoridad que se están cargando la plaza de Madrid y por ende la Fiesta.
TAURODELTA PUCHERAZO
CONSEJO TAURINO COMPLICE
AUTORIDAD INEXISTENTE
¡¡¡FUERA TODOS YA¡¡¡
Lupimon
JANDRO :
La empresa responsable del coso madrileño por tradición y prestigio debería buscar aquellas ganaderías con garantías de trapío y bravura y seleccionar sus mejores reses pagando su merecido precio. También las ganaderías deberían estar orgullosas de acudir a Madrid y de aquellos toros triunfadores lo que añadiría prestigio a su historial.
Pero lamentablemente hace ya muchas temporadas que sólo se contrata con criterios comerciales alejados de los intereses fundamentales de la fiesta y así repiten año tras año ganaderías impresentables hasta para plazas de tercera con el desprestigio que eso conlleva además del lamentable espectáculo que ofrecen. Pero lo peor de todo es que hay un público aplaudidor de este desaguisado y una prensa complaciente con él que debería ser quien exigiera y no lo hace y tratan de reventadores a quienes exigimos el TORO INTEGRO Y BRAVO, no grande ni gordo: INTEGRO Y BRAVO. Se junta el dinero con el cinismo y la ignorancia y se cargan lo que sea: tradición, prestigio, la fiesta entera...
Y así vamos.
Mientras los aficionados sigamos impasibles ante esta situación y hasta que no se organicen en la plaza verdaderos altercados frente a los continuos incumplimientos y fraudes, no conseguiremos arreglar nada.
Es necesario que se sienta la voz del aficionado en la plaza: broncas, pancartas, almohadillas ... lo que sea para acabar de una vez con esta empresa, este consejo y esta autoridad que se están cargando la plaza de Madrid y por ende la Fiesta.
TAURODELTA PUCHERAZO
CONSEJO TAURINO COMPLICE
AUTORIDAD INEXISTENTE
¡¡¡FUERA TODOS YA¡¡¡
Lupimon
JANDRO :
La empresa responsable del coso madrileño por tradición y prestigio debería buscar aquellas ganaderías con garantías de trapío y bravura y seleccionar sus mejores reses pagando su merecido precio. También las ganaderías deberían estar orgullosas de acudir a Madrid y de aquellos toros triunfadores lo que añadiría prestigio a su historial.
Pero lamentablemente hace ya muchas temporadas que sólo se contrata con criterios comerciales alejados de los intereses fundamentales de la fiesta y así repiten año tras año ganaderías impresentables hasta para plazas de tercera con el desprestigio que eso conlleva además del lamentable espectáculo que ofrecen. Pero lo peor de todo es que hay un público aplaudidor de este desaguisado y una prensa complaciente con él que debería ser quien exigiera y no lo hace y tratan de reventadores a quienes exigimos el TORO INTEGRO Y BRAVO, no grande ni gordo: INTEGRO Y BRAVO. Se junta el dinero con el cinismo y la ignorancia y se cargan lo que sea: tradición, prestigio, la fiesta entera...
Y así vamos.
Lupinon: no se pueden tirar almohadillas ni organizar altercados porque sólo conseguiríamos nuestro propio desprestigio, la protesta en la plaza debe ser educada pero contundente debemos aprovechar los foros disponibles para denunciar el frauda continuo. Sin igualarnos a ellos.
OPSEN :
No creo que nadie pretenda organizar altercados de orden público, pero las broncas y las almohadillas (testimoniales, por cierto, no a dar) son algunas de las tantas tradiciones que se han ido perdiendo en Madrid. Hace no demasiados años eran una aparición habitual -y que se lo pregunten a Curro- sin que nadie se escandalizara. El llamado a la educación me parece absolutamente correcto, porque la grosería y el primitivismo no nos llevará nunca a nada positivo, pero ante una agresión como la que perpetra la empresa de Madrid contra los aficionados, una respuesta rotunda me parece perfectamente justificada. Ellos, con toda la educación del mundo, nos están estafando y, lo que es peor, nos están robando la fiesta en una escalada que puede llegar a ser definitiva. En esas condiciones no se puede exigir que los aficionados, que no tienen ningún otro poder que no sea el de la protesta, se resigne a quedarse educadamente callado mientras ve que se cargan definitivamente el objeto de su afición.
El problema es evolutivo y tenemos que darnos cuenta de una vez. Ya surgían voces hace años acerca de eliminar la protesta durante la faena. Era, según los taurinos, una falta de educación el dar voces mientras el torero "se jugaba la vida" ante un "toro", por lo que se nos conminaba a esperar hasta que concluyera la "faena" o, mejor aún, hasta el final de la corrida para expresar nuestro descontento. Es decir, nos exigían el respeto que ellos no nos brindaban, siendo que somos nosotros los que pagamos y ellos los que cobran. No debemos caer en esa trampa porque no es otra cosa que una forma más de pretender acallar a la afición. La afición se desprestigia callando, no protestando.
No se trata de un llamado a lanzar almohadillas, insisto, -yo no lo hago, entre otras cosas, porque suelo sentarme muy arriba- pero los que quieran y puedan, pueden y deben, como ha sido siempre.
Amigo Jandro, estoy de acuerdo con todo lo que has dicho en tu primer comentario. Solamente he utilizado una palabra de tu segundo, "educación", para manifestar mi apoyo al llamado de Lupimón a la resistencia civil antes que sea demasiado tarde. Que igual, ya lo es.
Un gran saludo
LUPIMON :
Jandro:
Te ha contestado por mí Opsen.
Estoy de acuerdo en todo lo que dice que suscribo al 100%.
¡ya está bien de que seamos lo que ahora se dice políticamente correcto!
Yo no puedo tirar almohadillas porque estoy en delantera de grada, pero si estuviera en las 5 ó 6 primeras filas de tendido, puedes estar seguro que las mías serían de las primeras. Siempre, por supuesto, con el debido cuidado de no dar a alguien.
Lupimon
Foto : Rosa J.C.
Ole, ole y olé.
ResponderEliminarPaco Abad
Lo que pasa es que nadie está dispuesto a perder su abono, la única protesta que haría daño a la empresa es negarse a renovar los abonos y no ir a la plaza. Y siempre habría esquiroles, la mayoría, que quitaría el abono a los que no lo han renovado.
ResponderEliminarYo personalmente he decidido perder el abono e ir a la plza solo cuando me interese a mi no a la empresa.
BRAGAOMEANO.
Aprende de tus enemigos.
ResponderEliminarLa pasada primavera los antitaurinos invadieron en ruedo y salieron en todos los periódicos, ¿por qué no les cogemos el ejemplo?
Si un día de feria, con la cámaras en directo, empieza el festejo 10 minutos tarde porque nos tengan que desalojar del ruedo a lo mejor se empiezan a pensar las cosas.
Si esto lo hacemos 3 o cuatro acabaremos en comisaria y con problemas pero no creo que se atrevan si somos mas de veinte, es cuestión de organizarnos un poco y decidir un día para hacerlo, una buena convocatoria por internet y el boca a boca por los tendidos los día anteriores puede hacer que seamos suficientes.