“Bravo”, el picador en turno, rompiendo con normas que privan en nuestros tiempos, y a poco más de un siglo de diferencia, se coloca de frente, algo cruzado ante aquel ejemplar que observa con reserva a la cabalgadura, como midiendo la corta distancia que le ha dejado el del castoreño, apenas para arrancarse hacia él y su caballo.
José F. Coello Ugalde - Aportaciones Histórico Taurinas Mexicanas -
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