el auténtico debate sobre poner un capirote a la Plaza Monumental de Las Ventas no guarda ninguna relación con la modernidad ni con la posible comodidad de los espectadores de los toros, sino con una visión puramente economicista enfocada a obtener de la Plaza ingresos extra, de cualquier manera, sin atender al fin para el que dicha instalación fue concebida que es, tal y como indican unos azulejos que hay colocados sobre la Puerta Grande, la de Plaza de Toros.(...)
cubrir Las Ventas no es algo que se ponga en marcha pensando en la comodidad de los espectadores que asisten a los espectáculos taurinos, sino que es algo que apunta hacia ir dando otros nuevos usos a ese espacio -como si en Madrid no hubiese otros sitios- e ir expulsando de forma suave a la tauromaquia de su recinto natural.
Recordemos esto: ninguna Plaza cubierta ha redundado en el aumento del número de festejos en las localidades donde se ha situado.(...)
Por eso es que pensamos que un poco de intemperie no hace mal a nadie, y la prueba es que nadie echa cuentas de ella si en el ruedo hay un toro de respeto y un torero dispuesto a no dejarse ganar la partida, aunque en el envite se nos constipe algún urbanita de aire acondicionadoJosé Ramón Márquez (Aquí el enlace al post)
No me digan que no es casualidad, que tampoco conozca a ninguno de todos los personajes sufridores de las “asperezas y molestias de la intemperie” que quieran sobre sus cabezas este insufrible paraguas anti-todo. Anti-estético. Anti-humano. Anti-salubre. Anti-decente. Anti-dos dedos de frente.(...)
que no exista informe de Patrimonio de la Comunidad para cargarse estéticamente, legalmente y socialmente un monumento por el cual pagamos, demandamos respeto y admiramos para que siga siendo tal y como se hizo antaño; que tan ingenuas mentes crean que esto se hace por nuestro bien, para que los pobresdesgraciados amantes de asunto tan anacrónico no nos mojemos. De poco beneficio, señores, nada de nada. De beneficio, todo. A arrasar, que es lo que toca. A reinventarse el Antiguo Testamento. ¡Faltaría más!Paz Domingo (Aquí el enlace a su post)
A mí me parecen espantosas las plazas cubiertas, con malos olores, cajas de resonancia, donde en verano te cueces vivo por falta de circulación de aire (algo ideal en este clima de “nueve meses de invierno y tres de infierno” madrileño), donde se acumulan los humos –no siempre buenos- y donde a poco que te manifiestes la algarabía, el ruido y el caos es espantoso.Rafael Cabrera (Aquí el enlace al post)
Foto: Somos de Vicente Pástor en Facebook
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