El nefasto 2012 nos ofreció la peor Feria de San Isidro que
recordamos, quizá la peor temporada taurina de lo últimos veinte o treinta años
y además arrebató la vida a dos amigos con los que compartíamos tardes de
toros. ¡Que desaparezca para siempre!
No creo que la
tapadera que están instalando en la plaza de las Ventas sea capaz de
tapar tanta sinrazón y desatino como vimos en el ruedo, tanto agravio a la
afición ni tanto oprobio al arte de torear, pero nos gustaría que con 2013
volviera la reflexión y la cordura y se retomaran los cauces que nos lleven a
recuperar una fiesta digna y bella: Un toro íntegro de casta brava y un torero
que con oficio y valor se enfrente a él.
Paz y alegría para todos en el nuevo año que comienza.
Jandro
lunes, 31 de diciembre de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario