A la una y media en la Brasería “El Puente” y en ruta, tentempié en Santa Olalla del Cala y tres horas después llegamos al Cortijo Juan Vides, disfrutamos, Pedro, Luis Miguel Amado, que vino de tapia, y servidor,
del museo Cuadri, que estaba en obras después de que un incendio accidental casi se lo lleva por delante, y curiosamente al final el poco daño causado ha sido por el agua.
Poco después fueron llegando el torero, Domingo López Cháves, y toda la familia ganadera, con Fernando a la cabeza. Nos distribuimos en varios coches, y cogimos camino a la recóndita Plaza de Tientas de Cabecilla Pela’. Durante el camino empezó a chispear.
Allí nos esperaban 6 eralas 6, de imponente presencia 6. Al caballo de picar, Fernando Cuadri, que es el encargado de pararlas en la plaza. Luego entre Domingo y su subalterno
Javier Gil, volvían a ponerlas de largo, así hasta mínimo cinco veces, a excepción de una vaca que al tercer o cuarto puyazo escarbó y fue inmediatamente suspendida.
Aunque evidentemente cada vaca tuvo sus matices, Domingo López Cháves estuvo espléndido en todas, toreo muy bien, o mejor, siempre muy largo, ligado y templado, todo despacito y con pausas. A las vacas mas complicadas conseguía siempre ligarlas para torearlas por los dos pitones. Nos regaló una inspirada tarde con un toreo caro. Sobresalió especialmente en la primera, que fue por otro lado la mejor de la tarde.
Luis Miguel Amado estuvo muy dispuesto toda la tarde. Había acabado de trabajar en Madrid a las siete de la mañana, para, sin pausa viajar hasta Mérida, donde apenas descansó un par de horas antes de reunirse en “El Puente”. Le costó hacerse a la vaca Cuadri, pero poco a poco lo fue consiguiendo, yendo de menos a mas, no se arrugó con la imponente y complicada cuarta, y con la sexta estuvo bien. Especialmente, lo que más me gustó es su ansia de mejorar, su disposición y su progresión. Dejó muletazos de bella factura. Tanto Javier como Domingo estuvieron muy pendientes de Luis Miguel, que recibió la felicitación del ganadero durante la cena posterior.
La anécdota, como siempre, fue la lluvia que hizo acto de presencia, y empezó a ver cachondeo con que cada vez que vamos desde Mérida llueve en Trigueros. Regresamos al cortijo Juan Vides
a que los toreros se cambiaran.
Aprovechando que llevaba en el coche el álbum de fotos, tanto Domingo como Javier estuvieron
viendo los toros que les esperan, la corrida del Lunes en Sevilla, y
de Madrid, tanto de la de Cuadri como la de Adolfo. López Cháves bromeó sobre que en foto no le daban miedo, y le gustó especialmente el 9 de los reseñados para Sevilla, Antonio Cuadri apostó por el 38.
Como colofón cenamos junto a la familia ganadera, el torero, su subalterno y su mozo de espada en el Mesón “El Bosque” de Trigueros, como siempre fantástico. La tertulia se hubiera alargado hasta altas horas de la madrugada sino hubiéramos tenido que regresar.
En la gasolinera que hay en la autovía, coincidimos repostando con el coche de López Cháves, que se bajó del mismo, para regalar una muleta a Luis Miguel, un detallazo de diez de mi tocayo. Sobre las tres de la madrugada llegamos de vuelta a Mérida.
Muchas gracias, que siempre serán pocas, familia Cuadri.
¡¡Un buen dia!!
ResponderEliminarLòpez Chaves es uno de los pocos toreros actuales a los que merece la pena seguir y apoyar.
Espero ver pronto a Luis Miguel Amado.
saludos
Vaya día, amigos. Eso es tocar el Cielo con los dedos.
ResponderEliminarDe López Chaves podemos esperar lo mejor para hoy y el resto de la temporada. En los dos últimas ferias de Madrid ha dado una lección de firmeza y poderío con dos corridas complicadísimas de Hernández Plá y Escolar, y esta temporada la ha iniciado como triunfador en Castellón con un toro de Cebada. De quién poco se puede esperar es de Antón Cortés, está fuera de sitio en un cartel de Cuadri.
Ojalá vaya todo muy bien. Ya nos contaréis.