Se habla y se escribe hasta la saciedad sobre las veleidades de las figuras y se les justifica casi todo entendiendo que son el sostén de la fiesta. Craso error. La columna vertebral es el toro, (...)
El toro, el gran protagonista, no puede seguir siendo el gran olvidado. Si los ganaderos no piden auxilio, si persisten en su silencio y la fiesta al completo prefiere hablar de veleidades toreras, la tauromaquia lo lamentará. Sin duda…
Dice Alvaro Domecq, ganadero de Torrestrella, en Mundotoro: ‘Cada torero elige el toro que más le gusta’. Pero, ¿hay toros en el campo que gustan a los toreros? Aun admitiendo que sobre gustos no hay nada escrito, cabría otra pregunta: ¿alguna figura se planteará alguna vez lidiar toros que gusten al aficionado?
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