lunes, noviembre 12, 2012

De una crónica de Leonardo Páez (y un par de banderillas imposible)

Uno de los rasgos más interesantes de la llamada crisis de la fiesta de los toros es que la propicia y sostiene la terquedad de sus principales actores: empresarios, ganaderos y matadores, empeñados todos en amabilizar y volver predecible lo que por naturaleza tiene que ser riesgoso azar, emoción y asombro, no el desalmado tedio en que sumen al público con esas corridas carentes de bravura o siquiera de genio.
Leonardo Páez en La Jornada  
Foto: Un par imposible de José González "Carnicerito de México". (Vía Aportaciones Histórico Taurinas Mexicanas)
Nota: he llegado a esta crónica gracias a Xavier González-Fisher

2 comentarios:

  1. El par no es imposible, pues lo vemos en la foto. ¡Impresionante!.
    Lo que si parece imposible es salir de ahí ileso.
    Faltan emociones. El bueno de Carnicerito murió el mimo año que Manolete y que Joselillo.

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  2. Puede tratarse de "el par de la mariposa" en la fase de salida de la suerte: En él se colocaba el banderillero pegado a tablas, permitiendo al toro llegar de forma que los pitones quedasen en el momento de ejecutar hincados en ellas, a modo de mariposa disecada, aprovechando el torero el arreón del toro al desprenderse para salir. Demasiado!!!.
    Tengo entendido que precisamente Carnicerito de México, sin ser su inventor, fué quién de alguna manera llegó a dominarla. En este momento no recuerdo, pese a haberlo leído, si fué con ese lance cuando encontró la muerte.
    Puede que Xavier nos lo aclare.

    Saludos de Gil de O.

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