En dieciséis años de matador de toros recibió cuatro cornadas gravísimas . Cincuenta cicatrices recorren la geografía de su cuerpo menudo. Compitió con todas las figuras de su época sin dar un paso atrás. Fue un valiente a carta cabal.
Tras el fiasco de esta feria de San Miguel, me parece que debemos recordar a quién fue ejemplo de “VERGÜENZA TORERA”.
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Descanse en paz
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Nota añadida: Diego Puerta: Cuando en la Enfermería le recibieron con una ovación
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Nota añadida: Diego Puerta: Cuando en la Enfermería le recibieron con una ovación
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