Los jandillas salieron faltos de fuerza y muy cortos de casta. El castaño primero fue aceptable de presencia; el segundo, anovillado y muy parado; el tercero, muy pobre de cara y de embestida cansina; el cuarto una masa anovillada sin forma ni casta; el quinto, que sólo se tapó por delante, fue muy reservón y embistió a oleadas; y el sexto, anovillado y manso, se defendió.
En el cartel, Rivera, Fandi y Rubén Pinar
Pues los "jandillas franceses", esos de Virgen María, doy fe que no mejoran la versión española. Qué novillada me tragué ayer en Las Ventas...
ResponderEliminarEn este país no hay más detractores de la fiesta de los toros que los periodistas. Han rendido demasiada pleitesía al sector profesional de la tauromaquia, ustedes por acción y omisión han desplazado el protagonismo del toro al torero, caso contrario de Francia. Los valores que podían justificar la supervivencia de la fiesta de los toros los han machacado. Los espectadores de hoy buscan en los toros lo mismo que hace 50 años: "emoción". La fiesta de los toros se queda sin consumidores por falta de emoción y se queda sin emoción porque la flojera del sector torista que ha propiciado el asentamiento y hegemonía del encaste Domecq en toda su extensión: Suve, tranquilo, sin peligro y pecando de falta de casta.
ResponderEliminarSeñores periodistas vuelvo a repetir que por acción y omisión no se han molestado en colocar al toro en el centro, en nuestros días el toro se ha tenido que adaptar al aguachado y descastado encaste humano de los últimos años. ¿Ponce seguiría en activo si torease las corridas de antaño?
Señores: Miura, Prieto de la cal y un largo etc de ganaderos ganaderos fieles a un encaste encastado venden casi todo en Francia donde por cierto las plazas se llenan.
Zabala: En lugar de preocuparte de Montilla (quien esta encabezando la mejor campaña de Marketing para el mundo de toro), preocupate de centrar al toro donde se merece denunciando y forzando que volvamos a otro toro porque Montilla no termina con la fiesta, los políticos no tienen tanta potestad. Con los toros terminamos nosotros!!!
Anónimo, no sólo los periodistas, todos los que viven del toro, o sea, los taurinos, ¡ah! y algunos, bastantes, aficionados que les gusta taurinear ...
ResponderEliminarLupimon
Razón tienes Lupimon, esos supuestos defensores, son aun mas peligrosos que los taurinos, a estos se les ve venir, a los otros son peor que judas.
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