Recientemente Gómez de Lesaca nos recordaba la descripción que hace Galdós de un aficionado en los tiempos de Fernando VII. Hoy siguiendo con los "Episodios Nacionales" llego a "Mendizabal" .
Calpena llega a una casa de huéspedes en Madrid, allí conoce al clérigo Pedro Hillo; sobre él se lee:
Su principal ciencia, entre las poquitas que atesoraba, era el entender del arte del toreo y mostrar profundo conocimiento de sus reglas, de su historia, y poder dar sobre tales materias opiniones que los devotos del cuerno oían como la palabra divina. Pero dígase en honor de D. Pedro Hillo que, lejos de la intimidad con otros taurófilos, no alardeaba de su conocimiento, ni usaba nunca los groseros terminachos que suelen ser lenguaje propio de esta singular afición. Como se disimula un ridículo vicio, disimulaba el buen curita su autoridad en materia de quiebros, pases y estocadas
Javier:
ResponderEliminarEl texto está muy bien escogido. La lectura de Galdós es siempre gratísima. Y se aprende más sobre España que en muchos sesudos libros de Historia.
Un cordial saludo.
Gómez de Lesaca