Cito a Bergamín:
"El peor truco del torero es la valentía: el torero truculento y sensacional de la valentía es un tramposo. El alardear de valor es en el toreo un efectismo del peor gusto; y, además, mentira; la prueba más evidente del miedo es un exagerado gesto de valor: para asustarlo. El valor y el miedo se excluyen por definición, por principio, de todo arte o deporte, constantemente peligroso: porque la regla primordial del arte, del juego es prescindir del peligro como si no existiera: su previsión es descontarlo. La valentía del torero se supone, como un axioma matemático, sin necesidad de demostración."
Sólo me resta recordar que, como ya indicaba Díaz Cabañete, en general en el tremendismo el toro casi nunca es tremendo.
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