Copio, pego y enlazo del periódico Extremadura, sobre la crónica de los acaecido en la tarde de ayer en la plaza de Toros de Santander:
(...) Los aficionados que esperaron a última hora para entrar a la plaza se toparon con dos sorpresas. La primera, que las entradas de reventa se vendían a su precio, a la mitad e incluso algunas hasta se regalaban. El negocio de la reventa explotó como un globosonda y la reaparición de José Tomás llenó sin overbooking .
La segunda sorpresa colgaba en forma de cartel en cada puerta de acceso: "Prohibido sacar fotos y grabar en vídeo incluso con cámara privada o pública" por expreso deseo del diestro de Galapagar.(...)
Las negritas son cosecha propia.
Era obvio que esto iba a terminar pasando. ¿Por qué no quiere salir José Tomás en vídeos y fotografías? Eso ya no lo sé.
ResponderEliminarlo que faltaba...
ResponderEliminar¿pero este tío en qué mundo vive? ¿cree que las cámaras le roban el alma? ¿o qué?
¿Y la reventa por las nubes?
ResponderEliminarEs que las cámaras tienen un serio problema: muestran.
ResponderEliminar¡La verdadera razón es que ver a José Tomas es como entrar en un museo! Ahí tampoco se permiten cámaras de fotos o vídeos.
ResponderEliminarHornillos
Es que es un tio muy feo y un poco destartalado y como casi siempre se reboza en sangre, lo hace para no herir la sensibilidad del personal.
ResponderEliminarBRAGAOMEANO.
Independientemente de los gustos personales, me parece curioso que los aficionados mas exigentes no nos demos cuenta de que la corrida de toros, interpretada en pureza se casa mal con su plasmación en imagenes. De un lado, su plasmación en imagenes, despoja al hecho artístico de su misterio, de ese clima único que se vive en las plazas cuando se torea de verdad. BAsta ver las imágenes de una faena, de cualquiera, en un televisor para comprender que lo que estamos viendo es otra cosa, mas fria y distante que lo vivido en la plaza. Eso sin contar las caracteristicas de los encuadres y otras lindezas que esconden o "revelan" según quien los haga y con que intenciones.
ResponderEliminarYo no conozco a Tomas,pero no creo equivocarme mucho diciendo que él o hace, por apartar a las corridas de toros ( con todo su dolor y con toda su sangre) del trivializador efecto audiovisual que todo lo que toca lo convierte en pasto, en morralla y para demostrar que mientras nuestra juventud pierde el culo y la verguenza por salir en cualquier programa de la tele, hay quien no está dispuesto a caer en ese juego y porlotanto practica el noble arte del "el que quiera verme que me venga a ver".
Juansintierra
De acuerdo contigo Juan...pero de ahí a n permitir fotos "privadas"
ResponderEliminarUn saludo (Ah, y me alegra volver a verte por aquí)
No estoy muy lejos de la opinión de Juansintierra, la verdad. O, igual para ser más preciso, de lo que él interpreta que piensa José Tomás cuando pide que no se le fotografíe o filme.
ResponderEliminarAquí me voy a jugar mi mermado prestigio, pero a mí, figura del toreo, y José Tomás lo es, no creo que me gustara verme publicado en todos los blogs y páginas del mundo con fotografías de dudosa calidad, cuando no pésima. No se juega uno la vida y se pone delante de un toro para que luego cualquiera, desde la andanada del, pongamos, cinco, me haga unas fotos cutres y las ponga en su blog.
La enorme popularidad de la imagen digital y su accesibilidad hacen que todo el mundo quiera tener registrados todos los eventos a los que acude y que, además, lo quiera publicar. Yo, si fuera torero, me gustaría que mi "trabajo" se viera lo mejor posible y en la mayoría de los casos de los que hablamos eso no se cumple ni remotamente.
Hasta no hace mucho en Las Ventas estaba prohibido fotografiar y filmar desde los tendidos y eso no tenía nada que ver con José Tomás. Creo que ni siquiera tenía que ver con los derechos de imagen.
Sé, Javier, que pedir que no se hagan fotos "privadas" suena un poco fuerte, pero date cuenta de que un porcentaje de esas fotos tomadas sin el más mínimo cuidado ahora asoma por algún sitio de la red. Es decir, se convierten en públicas.
Insisto, a mí, si fuera torero (o futbolista o ciclista) me gustaría que mi trabajo se viera reflejado con la mayor fidelidad y calidad posible. Quiero pensar que la prohibición viene por ahí, porque si este es el motivo, no me parece mal. Si de lo que se tratara fuera de ocultar en la medida de lo posible sus carencias o las características de los toros que mata, entonces me parecería rematadamente mal.
Espero no ser excomulgado de nuevo, aunque ya me voy acostumbrando.
Saludos a todos.