Alexandre Kojève , Hegel y Belmonte

Para que el hombre sea de verdad humano, para que difiera esencial y realmente del animal, es necesario que su deseo humano venza definitivamente su deseo animal. Ahora bien (...), el valor supremo para el animal es su vida animal. Todos los deseos del animal son en última instancia una función del deseo que tiene de consevar su vida. Asi, pues, el deseo humano debe vencer ese deseo de conservación. Dicho de otro modo, el hombre sólo "se revela" humano, si arriesga su vida (animal) en función de su deseo humano. Con - y gracias a - ese riesgo es como se "revela", es decir, se muestra, se demuestra, se verifica y da pruebas de ser esencialmente distinta de la realidad animal, natural (...) . Sin esa lucha a muerte por puro prestigio, nunca habría habido seres humanos en la Tierra"
Alexandre Kojevè
(Introducción a la lectura de Hegel)


Para torear bien hay que olvidarse del cuerpo.
Juan Belmonte


Nota: La cita de A. Kojevè está tomada del libro de Francis Wolff " Filosofía de las corridas de toros"