2.1 Novillada en el coso del Cerro de San Albín

En realidad era un festejo mixto, por delante iba un portugués a caballo, se anunciaban reses de Juan Manuel Criado, y se lidiaron con la especial circunstancia de ser unos animales muy densos, eso o subieron a la bascula con el mayoral. Han hecho el paseillo, además de Rui Fdez, dos novilleros extremeños, Miguelín Murillo y Ambel Posada, este último sustituyendo al anunciado nuevo Cordobés, perdón Julio Benitez. Es la primera vez que veo al pacense (A. Posada), y me ha gustado la dulzura de sus manos.

Voy a intentar ir por orden, del caballero no voy a emitir opinión alguno porque del toreo a caballo se todavía menos que del toreo a pie, el emeritense Miguelín Murillo es el eterno novillero, recuerdo haberle visto hace cinco o seis años en mi pueblo, Santa Amalia, cuando solo contaba con 13 o 14 años, por entonces tenía su gracia, era un mico con muchas ganas de torear, y banderilleaba con brillantez y riesgo, 6 años después es un bicharraco (físicamente), no es el primer torero precoz que una vez perdida la niñez dejan de tener el atractivo que tenían, la ambición no es la finalidad, es parte del camino, ha estado toda la tarde poco fino, aún asi sería injusto no apuntar que ha dejado varios detalles para el recuerdo, recibió a su primero en un lance inédito, "a portachicuelina" lo he bautizado, de pie en el medio de la plaza esperó la salida del novillo, banderilleó con variedad, un par trasero, otro caido y el último trasero y caido, una voltereta que dejo su vestido (verde post-it y oro) hecho un siete, con el ombligo al aire, no tuvo el detalle de adecentarse para la vuelta al ruedo, despojos en mano, en el segundo mas de lo mismo con la originalidad en banderillas de poner dos pares seguidos en un mismo lance en continuación, quiebro y par caído al violín por los adentros, y nuevo quiebro, acto seguido, con el único par clavado en lo alto, luego intentó lo de Fandila, intentar correr hacia atrás en la testuz del toro hasta consiguer pararlo, acabo arrollado por enésima ocasión.

Ambel Posada tiene una figura de perfil picasiano, que le confiere personalidad propia en el fotocopiado mundo de los novilleros, torero de manos muy sensibles lanceo con mucha delicadeza y suavidad toda la tarde, en el primero un marmolillo lo hizo con un mando a distancia y el segundo en los lances de recibo los ejecuto con temple y duende, ganando terrenos al toro, después del tercio de banderillas, dejó un cartel de toros y el animalito se rajó, cobarde, quedo inédito con la muleta por la condición de sus novillos, esperaré a mejor oportunidad.

Sobre los picadores no he hablado porque, si bien los hubo, simularon la suerte en todos los casos. Mañana me salto el festejo(una boda en Madrid me lo impide) pero el domingo volveré al Cerro de San Albín para ver al Cid, Castella y Perera, el ganado anunciado del Capea, creo va a ser sustituido por desechos de Juan Pedro, versión José Miguel Arroyo.

Tengan cuidados con los excesos propios del fin de semana.