(...)eso exactamente es lo que sucede en
el toreo que vive su propia burbuja. Una economía sumergida en un
alto porcentaje, y en la que está acreditado, que en el
circuito de plazas de segunda, tercera y cuarta, es habitual que los
pagos se realicen sin ser declarados a la Agencia Tributaria. No se
declaran los rendimientos y no se tributa por ellos, no se contribuye
como debiera por el toreo a la sociedad.
El sistema taurino parece ideado por los
mismos que han destrozado la economía de nuestro país. Un entramado
de personajes que sacan tajada de esta contabilidad B, donde lo
rentable es darle mordidas a los toreros -pobres novilleros-, darles
"pellizcos” a los sueldos de picadores, banderilleros y mozos.
Un sistema que lo que hace es repartir miseria, destrozar el tejido
laboral y empresarial del sector taurino y abocarlo a su
desaparición. Porque si los toreros no pueden vivir dignamente y
ejercer una profesión tan arriesgada sin obtener una compensación
económica, olvidémonos de un espectáculo puro y autentico.
Nos encontramos con una parte de
profesionales taurinos, los tuneleros, que viven prácticamente
en la clandestinidad, como defraudadores, pervirtiendo la esencia de
este rito y los valores que le han convertido en la expresión
artística que nos apasiona. Aprovechándose del sistema y sin
contribuir a su mantenimiento.
Por eso mismo, estoy convencido de
que la viabilidad y el futuro del toreo pasan porque las cuentas
estén claras y desaparezca la contabilidad en B, pasa porque todos
los intervinientes en un festejo taurino declaren los rendimientos
obtenidos, fijados legalmente y se tribute por ellos, porque eso es
competencia leal. Porque es la misma solución que entiendo para mi
país.
Antonio José Martínez " La contabilidad B asesina el toreo" , publicado en Cultoro
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