Gregorio Corrochano
Pero no solamente es nocivo que los públicos no miren al toro sino lo que es peor, tampoco lo hace la mayoría d elos que se visten de luces. Hay toreros con años de alternativa que no aprenderán nunca a ver al toro, "mirar" su comportamiento, torear cada toro según sea resolviendo la lidia sobre la marcha...es mas fácil traer a la plaza la faena hecha desde el hotel y aplicar la misma receta salga lo que salga por chiqueros; y eso hoy es posible porque el ganado seleccionado como borregos, uniforme y sin variedad lo permite, resultando la corrida previsible y tediosa para el aficionado, pero claro, cuando sale de vez en cuando un torito con castita y a su aire...¡a correr!
Yolanda Fernández Fernández Cuesta - Miembro de la Asociación El Toro de Madrid - "Mirar al Toro", artículo publicado en La Voz de la Afición (nº 45)
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