¡UN TORO BRAVO!
Fusilito, de Palha, un serio ejemplar de cuatro años y medio, pelo negro, bajo de cruz, largo, estrecho de culata, bien puesto de pitones y mirada torva; que ya de salida dejó a las claras sus intenciones embistiendo incesante y por abajo en el capote de Israel Lancho, abroncado por sacarlo a los medios bregando, corriendo para atrás, y no ganando terreno y por verónicas como demandaba el respetable. En cuanto vio al caballo, más allá de la segunda raya y a toro corrido, acudió presto a la cabalgadura de Miguel Ángel Herrero, empujando con los riñones y romaneando en principio, se colocó de lado corneando con el pitón izquierdo, como controlando a todo el personal que lo provocaba por el otro pitón para sacarlo del envite, pero no había manera. Un primer puyazo que anduvo cerca de los cinco minutos, que empezó en el tendido 7 y acabó debajo de la presidencia. Capotes y más capotes, vueltas y más vueltas, incluso un mono hizo acto de presencia coleando a Fusilito, no había forma. Hasta que por fin hizo caso del capote de Sánchez Vara, muy atento toda la tarde, que tuvo que soltar el percal porque el bicho salió de aquel impresionante puyazo persiguiéndolo hasta el burladero de matadores. Israel Lancho tuvo la dignidad de colocarlo perfectamente en suerte para una segunda y clarificadora vara, a unos quince metros del caballo. Se arrancó Fusilito sin necesidad de muchas provocaciones y se puso a pelear nuevamente con el pitón izquierdo, saliendo en esta ocasión con más prontitud de la pelea, acudiendo noble a los capotes de los peones. Un tercio de varas de bravo que nos dejó sobrecogidos y emocionados. Emoción que iría in crescendo al ver que era el único ejemplar del encierro que no hacía el mínimo gesto de dolor según iban dejando los garapullos, persiguiendo a los peones en algún par. Llegó al tercio de muerte noble y entero, embistiendo franco y humillado por los dos pitones, ¡qué alegría de toro! Lancho sacó alguna tanda limpia al natural, pero Fusilito merecía más, mucho más. Una finca en cada pitón. El trasteo fue largo, en los medios, sin que el toro cediera en su empuje. Por ser día festivo y por la reducción en el boleto que ofertó la empresa al renovar el abono de Otoño, hoy había muchos aficionados en la plaza. Menos mal, así el toro no pasó desapercibido, y después de un pinchazo, una estocada rinconera y un rato de abaniqueos hasta que Fusilito decidió echarse, un buen puñado de aficionados agitó pañuelos y jerseys azules, pidiendo honores para el gran Fusilito.
Vazqueño - aquí la crónica completa -
Nota 1: Una pena que no pusiesen a este toro una tercera vez , y de largo, en el caballo. Eso si, el picador con el regatón.
Nota 2: En Mundotoro, José Miguel Arruego, titula la crónica " Anodina corrida de Palha"
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