domingo, agosto 16, 2015

Sobre la corrida de Pedraza de Yeltes en Dax ( Faustino)



DAX. 15 de Agosto de 2015. Lleno de no hay billetes.
Dos Rabosos de Pedraza de Yeltes de Vuelta al ruedo, tercero y sexto.
Y dos años seguidos en los que la vacada charra triunfa en Dax ofreciendo un espectáculo total.

Los otros cuatro toros fueron ovacionados con todo el reconocimiento en el arrastre.

Ese fue el premio de la afición de Dax al Poderío que derrochan los toros de Pedraza de Yeltes, que ofrecen un espectáculo en los tres tercios que engrandece y da esplendor a una Fiesta rica en matices.
Premio gordo para cualquier ganadero.

La presentación de la corrida fue imponente de cuajo y trapío. Tan solo algo más escurrido el primero, que acusó más la semana de corrales y una pintura el sexto, Fantasioso, enmorrillado, de manos cortas y gesto fiero.

Pero la grandeza de la tarde no quedo solamente en los toros, también brillaron y triunfaron los de luces.
Cuando Juan Del Álamo se disponía a pasear su segunda oreja de la tarde en el sexto, generoso el de Mirobriga, quiso compartir su triunfo con Curro, gran mayoral del Campo Charro, comprometido con los Uranga en la Ribera del Yeltes, y dieron juntos una vuelta al ruedo apoteósica. Mientras, el público de Dax, eufórico, coreaba el nombre de Bonijol hasta hacerle salir a saludar al tercio como premio tanto a su valentía durante la accidentada suerte de varas del sexto, como a la grandiosa cuadra de caballos que ha gestado, así como al derroche de torería ofrecido durante toda la tarde en tercios de varas que quedarán como antología de Les Arenes de Dax y Gloria de la Fiesta de los Toros.
La guinda la puso este domador de caballos toreros al sacar a saludar a todos los picadores actuantes, consciente de que sin ellos, sin su valor y su oficio sus caballos no lucen, erigiéndose en auténticos protagonistas de esta Fiesta completa que nos tienen secuestrada los taurinos actuales y que ayer tuvo su eclosión en la plaza francesa.

Los toros de Pedraza ofrecieron el triunfo tanto a los de oro como los de plata. En el tercio de muleta ni un sólo mal gesto, ni una mirada al bulto. Sólo codicia y nobleza, bravura, recorrido y corazón. Todo virtudes pero con la importancia del toro que se entrega no del que "deja estar", expresión actual absolutamente antitaurina propia del toro que va y viene sin exigir a los toreros.
Javier Castaño se fue sin premio e injustamente pitado de la plaza después de una dignísima actuación sin brillo por el fallo a espadas y porque el público, entregado con la ganadería salmantina, no fue sensible a su meritoria labor, más allá del provecho que pudiera obtener de su lote.
Pero tendrá la oportunidad de resarcirse en Septiembre, en este mismo escenario, durante la feria de Toros y Salsa con una corrida de Cuadri.
Estas oportunidades también son toreras.

Pérez Mota, llegó a Las Landas convaleciente del reciente percance de Azpeitia pero con las ganas y la ilusión de aprovechar la oportunidad que siempre ofrece la sensible afición y organización francesa a los toreros más modestos.
Lo consiguió por momentos pero tampoco estuvo acertado con los aceros. Recordaremos siempre la tanda de naturales al quinto, embistiendo a paso mexicano, en la que el fino diestro gaditano puso alma, trazo y sentimiento.

Juan Del Álamo nos regaló dos faenas espléndidas, distintas y que muestran la capacidad de un torero en sazón con dos grandes toros pero exigentes.

No queda en el debe pero se echa en falta que los de  luces y a pie, muestren más abandono, más entrega artística y menos precaución y menos complejos ante este hierro, generoso siempre en la embestida hasta el último aliento.
Lo digo porque se palpaba en los matadores y entre algunos peones de su confianza esas miradas en desacuerdo absoluto con el público, con el premio a los toros, contrariados por el reconocimiento sincero a los que también van de oro pero a caballo y contrariados sobre todo con aquello que no sea el repetitivo triunfo de los matadores. En esta fiesta integra no hay sitio para vencedores ni vencidos. Todos ganamos y el público y la afición es soberana. Juan del Álamo debió salir a hombros al cortar dos orejas junto al mayoral de la ganadería y no lo hizo.
Curro sabe que nos la debía del año pasado. Del Álamo sabrá por qué lo hizo.

Las arenas de Dax rebosaban emoción. Después de 20 años viniendo a esta feria, esta plaza y esta afición no dejan de alimentar la mía propia. Ayer, además, orgulloso de los toros de mi tierra y paseando una vez más esa discreta charrería que luce uno en cuanto puede 
Va por ustedes.

Faustino 

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