Carta abierta a Antonio Chenel "Antoñete".
Estimado Maestro:
Cierro los ojos y le veo vestido de lila y oro. Le veo apurando el cigarrillo que muere lentamente entre sus labios antes de que el clarinazo parta por la mitad la paz del patio de cuadrillas.
Cierro lo ojos y le veo pegar una media de esas de “crujíecaera” que diría Don Joaquín Vidal. Y me lo imagino feliz, sonriente, despacioso mientras la multitud sube Alcalá arriba rompiéndose las caderas mientras quieren imitar esa media imposible que usted les ha regalado.
(Sigue..)
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