lunes, abril 22, 2013

Los toros de Miura vistos por Barquerito

Los miuras de son fueron toros de diversa fortuna: el cuarto, no el de más peso pero sí el de más cuajo de todos, remató de salida con estilo sobresaliente, pero, al ser cerrado a destiempo, se estrelló contra un burladero, el de capotes, y se tronchó el cuerno izquierdo por mitad de la pala. Lo devolvieron sin demora. Sensación segura de que el toro era de excelente reata. Por la manera de galopar, por las hechuras, hasta por el aire con que volvió a corrales. Acudió a un toque de capote entre barreras y lo tomó largo. Al limbo el toro.
Los otros tres de nota fueron distintos, pero tuvieron en común la prontitud, la viveza y la entrega. Cárdenos, como toda la corrida entera, incluido el reserva, que salió, por cierto, rana: perverso, geniudo, listo, violento y la defensiva. Una prenda. El segundo se descaró de salida nervioso y buscando caras por el tendido –señal tan propia de Miura-, no remató en el caballo, galopó en banderillas y quiso mejor por una mano que por otra. Un toro derechoso; por la izquierda se rebotaba un poco. El tercero sacó acompasado tranco y bondad, tanta que hasta se dejó clavar en tablas un par de banderillas al violín y al quiebro, que no todos. Banderillas de Escribano, que ya era de novillero competente rehiletero y no ha hecho más que irse soltando y ganando. El sexto, picado lo imprescindible, sacó particular alegría y en nobleza ganó a todos los compañeros de envío. Más noble que ninguno, de fijeza particular, pronto y fiable en toques, enganches y remates.
De modo que, con la excepción tan notoria del sobrero, la corrida de Miura no fue tan fiera como se pintaba. Tampoco fue de comunión diaria. Tardo y parado, reservón por tanto el primero, celoso de salida, se desinfló en banderillas; llevaba un primer puyazo duro porque se empleó muy en serio contra el caballo de pica y es probable que acusara el castigo cuando lo hizo trabajar con buenas artes e ideas Rafaelillo. El quinto, de buen arranque –salida muy codiciosa-, terminó pegando cabezazos a final de viaje: señal de falta de fuerza. Salvo el sobrero de marras, ninguno de los miuras pecó de medir a los toreros –ni siquiera en banderillas- ni pegó los gaitazos tan temibles que vienen con el precio. Bramar sí que bramó alguno. Pero poquito.
Barquerito 

Foto: Arjona para Aplausos

7 comentarios:

  1. Con lo interesante y serio que es este blog, no entiendo cómo se pueden colar los apuntes de Barquerito. No lo entiendo.

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  2. Barquerito es un pobre cronista que "jamas" habla de los toros. Solo se preocupa de sus toreros.Un sobrecogedor taurino. Estoy con el anterior post,no merece el minimo aprecio.

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  3. pues suelo a enlazar con cierta regularidad a Barquerito porque leyéndole me hago una idea especialmente clara del trapío y comportamiento de los toros.

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  4. Creo que habrá pocos críticos que vean tan bien el toro como el, sin más...

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  5. Creo que habrá pocos críticos que vean tan bien el toro como el, sin más...

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  6. No niego que sepa de toros, pero para gustos estan hechos los colores. Lo que si me reafirmo que leyendo sus cronicas (en corridas con sus figuras) y ocupando media pagina de periodico, lo referente al toro no llega al renglon y no precisamente para criticar su comportamiento.

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    1. ahí ando más perdido, suele leer a Barquerito cuando la corrida me interesa ; lo q no suele coincidir con tardes de "figuras"

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