sábado, junio 09, 2012

Esto ya no es lo que era


Hoy ha traído Victorino Martín a las Ventas un encierro justito de casta, fuerza y bravura, noble como la seda, toros que acudían a la muleta con fijación y codicia en mayor o menor grado pero sin molestar al torero, con la excepción del quinto que se ha quedado parado como un marmolillo al salir del caballo y no ha vuelto a recuperarse en ningún momento.
Muy diferentes a los de otro tiempo, ya no buscan las zapatillas del torero ni se vuelven buscando lo que se dejan detrás, ni aprenden durante la lidia, ni embisten con fiereza.
Pero si hoy con los Victorinos dulces los toreros son incapaces de someterlos, si fueran como los de antes sería muy difícil encontrar diestros que tuvieran valor y oficio para enfrentarse a ellos.
Además la corrida ha sido muy desigual de presentación, los tres primeros anovillados han dado muchas facilidades a los toreros que sólo ha aprovechado en alguna medida Alberto Aguilar cortando una oreja al tercero en el que ha demostrado arrojo y valor. Ha recibido a la verónica ganándole terreno al toro que empuja en varas aunque dobla las manos al salir de ambos puyazos y llega a la muleta justo de fuerza, atiende con fijeza a la muleta de Aguilar que intenta llevarle toreado pero comete numerosos fallos que el toro aprovecha para achucharle lo que no arredra al torero que aguanta bien en la cara del toro y se tira bien a matar consiguiendo una estocada delantera y algo caída. Ha sido una faena realizada con valor y entrega.
El sexto de la tarde que se para en banderillas demuestra su casta en la muleta con fijeza y codicia y desborda en varias series a Aguilar que está fuera de sitio, muy dubitativo e inseguro y sólo a última hora es capaz de sacarle dos series de tres pases casa una al natural de buena factura.
Aguilar ha tenido el mejor lote y la oportunidad de salir por la puerta grande que no ha sido capaz de aprovechar seguramente porque está poco placeado. En el quinto toro intenta un quite por chicuelinas con más voluntad que acierto.
Antonio Ferrera pone banderillas a toro pasado y torea fuera de cacho, de perfil y echando el toro hacia fuera, recortando el viaje del toro para darse el arrimón, igual que Diego Urdiales. Si los Victorinos hubieran sido como los de antes no les hubieran perdonado.

La bondad que han desarrollado los toros de Victorino les hace semejarse en cuanto a las facilidades que ofrecen a los toreros a los millones de toros de encaste domecq que pululan por las plazas y no creemos que ese sea el camino a seguir salvo que el ganadero pretenda que sólo se diferencien en el nombre.

Esta es la última crónica de este periplo Isidril, Artístico y Cultural, mañana no he encontrado motivos en el cartel para acudir a la cita pero estaremos atentos a la próxima programación para reanudar esta apasionante tarea.
Gracias a quienes siguen nuestros devaneos y nos aprecien o nos odien por ellos.

Jandro
viernes, 8 de junio de 2012

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