martes, septiembre 15, 2020

Barcial por D. José Porcar



            Como sabrán muchos de ustedes siento debilidad por el encaste vega-villar, por eso cuando a mediados del mes de julio tuve la oportunidad de hacer un pequeño viaje por tierras charras no dude un instante en volver a visitar la ganadería de Barcial, por eso se la acerco nuevamente, para la ocasión fui atendido por el propio ganadero Jesús Cobaleda y el nuevo mayoral Beli Baz, que lo es, tras la jubilación de Ignacio Rodríguez, que por cierto, este, aún sigue viviendo en una de las fincas de la ganadería, en concreto, La Matilla. este hecho se ha producido por la gran afinidad existente entre el exmayoral y la casa ganadera, por lo que podrá disfrutar de la finca y la ganadería todo el tiempo que lo desee, eso sí, sin ninguna responsabilidad.

 



        Como he dicho al principio siento debilidad por este encaste y mucha afinidad por esta ganadería, las razones son varias; a parte de su belleza en el campo, las fotografías hablan por sí solas, otra de las razones, fue el poder presenciar en directo una de las corridas más bravas, que he podido disfrutar en mi vida, y eso no se olvida, a pesar de que el tiempo vaya pasando, esta se lidio nada más ni nada menos que en Madrid el 28 de julio de 2002, los espadas fueron; Frascuelo, Fernando Cámara y El Renco, los empresarios por aquellos años eran Los Hermanos Lozano, los cuales tras terminar la corrida, fueron en busca del ganadero, primero lo felicitaron y seguidamente, como premio, le apalabraron otra corrida para la temporada siguiente, la cual se lidio en la feria de San Isidro, ósea, tras el triunfo, la ganadería se ganó su repetición, hecho este que en la actualidad ocurre muy pocas veces, ya que como muchos de ustedes sabrán el pescado esta todo vendido.

 



            En la actualidad la ganadería está compuesta por 150 vacas de vientre y 4 sementales, de los cuales el que más contrastado esta y más alegrías recientes les ha dado es el numero 71 cuyo nombre es “Cornicorto”, el cual pertenece a una de las familias más importantes, por no decir la que más; la elección de los sementales, se realiza de dos formas, principalmente por reata y hechuras y la otra por la tienta propiamente dicha, en donde el comportamiento en el caballo es fundamental, ya que la bravura de los animales, es en el peto en donde se mide, digan lo que digan; de hecho no hay ningún res, sea macho o hembra que en esta casa no se deje como reproductor, si al jaco no va con entrega y de menos al más tres o cuatro veces, como mínimo. 

 



                Evidentemente uno de los hechos o fatalidades que está marcando la temporada, es la maldita pandemia que estamos padeciendo, en nuestra visita Jesús, estaba esperanzado en poder lidiar algún festejo, ya que tenía alguno a final de temporada, por lo que dejaba alguna puerta abierta a la esperanza, pero…. Por desgracia se los han ido suspendiendo paulatinamente; a principios de año pudieron ir colocando los distintos animales que tenían preparados, pintando una temporada muy bonita y esperanzadora, pues los resultados obtenidos en la pasada temporada así lo marcaba, teniendo vendidos novillos y toros para, Ceret, Parentis, Calasparra, Riaza, Miranda del Castañar, Cenicientos, Vitigudino, Villoria, etc., casi todos los festejos eran novilladas, teniendo solo tres cuatreños uno de los cuales se hubiese lidiado en la corrida concurso de Cenicientos, por desgracia todo se ha ido desmoronando; teniendo que tomar alguna que otra medida drástica para poder optimizar los recursos, enviando al matadero de momento todos los animales feos y defectuosos, quedándose con los mejores, por lo que para el año que viene pueden tener una corrida con gran trapío. 

 



                Cuando Jesús habla de su ganadería, lo hace con una afición y una pasión difícil de explicar con palabras, sintiéndose con la obligación de seguir con el trabajo que realizaron sus antepasados, ya que la ganadería está en la misma familia desde 1924 y evidentemente no le gustaría ser el que pasase a la historia por dar el cerrojazo a tan bonita historia, realizando un trabajo incansable y duro, en las labores sanitarias, genéticas, y selectivas, ya que por desgracia estuvieron cinco años sin tener la carta verde, por la que el trabajo fue duro y delicado, estando a punto de perder familias enteras en los saneamientos y claro eso hubiese sido una pérdida genética irreparable, aparte está luchando por recuperan el sitio que se merece la ganadería, aunque en muchas ocasiones este luchando a contracorriente, porque hay que recordar que esta ganadería, en su momento era elegida por los empresarios que confeccionaban los distintos carteles de las ferias, de nuestra querida piel de toro. 

 



                El encaste que tiene esta ganadería, es de los denominados minoritarios, ya que por desgracia son muy pocas las ganaderías que lo tienen, así y todo han sido varios los ganaderos que se han decidido a adquirir ejemplares de esta ganadería para hacer la suyas o tener otro encaste distinto al que tenían, ganaderos como Chafik, Victorino o José Cruz lo hicieron hace años, y más recientemente lo han hecho Francisco Blázquez y los Hermanos Guerrero. 

 



                Han sido muchas las visitas que he podido realizar a la ganadería y afortunadamente, hasta la fecha no he tenido ningún susto relevante en mis visitas, aunque no hay que fiarse ni bajar la guardia, ya que cuando se calientan o tienen el día torcido son impredecibles, sino que se lo digan a la Comisión Taurina de Laguna de Duero, los cuales no hace muchos visitaron la ganadería, hay que decir que en esta ganadería se puede realizar el llamado turismo rural, pues bien, varios de los miembros de esta Comisión tuvieron que “tomar el olivo”, pues un ejemplar se arrancó, teniendo que subirse rápidamente a una encina, afortunadamente todo quedo en una anécdota, hablando de estas, el ganadero, finalizando la visita, me conto un hecho curiosísimo; en el año 1972 lidiaron una corrida en Bilbao, trasportando siete toros, ósea uno iba como sobrero, este afortunadamente no tuvo que lidiarse, pues con los titulares hubo suficiente, el nombre del toro que dejaron como sobrero era “Bolinchon”, este toro por caprichos del destino tuvo que pasar un año entero en los corrales, convirtiéndose en la mascota del mayoral de la plaza, pues se dejaba tocar y rascar, finalmente tuvo que lidiarse, evidentemente las dudas antes de su lidia eran muchas, pero afortunadamente tras saltar al ruedo, este dio un gran juego y fue ovacionado en el arrastre.