jueves, junio 24, 2021

Festejo junio: Dos toros de Tomás Prieto de la Cal para Gómez del Pilar y dos novillos del Conde de Mayalde para Cristian Pérez y José Fernando Molina

 Lugar: Cedillo del Condado - Finca Bulería 

Toros: 2 Tomás Prieto de la Cal

Novillos: 2 del Conde de Mayalde 

Torero: Gómez del Pilar

Novilleros. Cristian Pérez y José Fernando Molina 

Picadores: Pepe Aguado y Daniel López

Banderilleros: Rafael González, Manuel Macías, David Adalid, Caco Ramos 

Cuadra de caballos: Equigarce


FOTOS: SUSANA ORTÍZ 
































martes, junio 15, 2021

Breves reflexiones taurinas sobre una cita de Charlie Chaplin (solymoscas)

 


 En agosto de 1931 Charlie Chaplin asistió a una corrida de toros en la plaza de San Sebastián. Tras finalizar el espectáculo realizó la siguiente declaración:

“In bullfights, everything is combined: color, gaiety, tragedy, bravery, talent, brutality, energy and strength, grace, emotion... It is the most complete of all spectacles. From now on, I cannot do without bullfights.”

"En las corridas se reúne todo: color, alegría, tragedia, valentía, ingenio, brutalidad, energía y fuerza, gracia, emoción... Es el espectáculo más completo. De ahora en adelante, ya no podré seguir sin corridas de toros».

No he podido dejar de fijarme en un aspecto de la cita que viene a poner en evidencia ese tostón amanerado que podría calificarse como tauromaquia contemporánea.

Y es que, a pesar de utilizar 10 términos para calificar el acontecimiento que acababa de presenciar, entre los mismos no hay uno solo que haga referencia a las cualidades artísticas del mismo. Por decirlo de otra manera: ni una sola de estas palabras se podría encontrar dentro de una crónica de esa cosa a la vez patética y ridícula llamada Cultoro.

Se puede alegar que el color y la gracia poseen cualidades estéticas evidentes, pero no directamente relacionadas con el ámbito de la creación artística. Es indudable que una corrida de toros es un espectáculo colorido, pero esa es su esencia, no una creación premeditada de ninguno de sus actores.

La gracia, por su parte, se define en el diccionario como “elegancia, armonía y desenvoltura de los movimientos de una persona o un animal”, con lo que viene a convertirse en una cualidad más, pero no la intrínseca. Se podría casi llegar a decir que es una especie de broche a todo lo anterior.

Sin embargo, términos como “tragedia”, “valentía”, “ingenio”, “brutalidad”, “energía”, “fuerza” o “emoción” parecen sacados de una obra de Homero. La brutalidad de Aquiles, la valentía y fuerza de Ajax, el ingenio y energía de Ulises... lo que nos lleva a pensar que la corrida contemplada por Chaplin se pareció más a un combate heroico que a un ballet aflamencado rebozado en sangre.

Ahí lo tienen, la opinión de uno de los grandes artistas de la modernidad está más cerca de la de cualquier de esos aficionados calificados como talibanes o trogloditas que de la de esos pedantes popes del horterismo que nos torturan con sus abortos de sicofante desde sus medios de deformación.

Con el triunfo de este esteticismo falso y barato, porque eso es lo que es, más cerca de Locomía que de un ballet ruso, se ha llegado a una situación tan deprimente y bochornosa que no me extrañaría que, si Chaplin hubiera vuelto a los tendidos de una plaza de toros hoy en día, al salir hubiera declarado algo por el estilo:

“En las corridas se reúne todo lo malo: aburrimiento, monotonía, cobardía, picaresca, vandalismo, abulia y borreguismo, falta de gusto y sordidez... Es el espectáculo más horrible que existe. Creo que no volveré en mi vida a una corrida de toros”.

Y a muchos buenos aficionados no les hubiera sonado raro.

lunes, junio 07, 2021

Barcial por J. Porcar

 


No es la primera vez ni será la última, que les presente un reportaje sobre la ganadería de Barcial.



 

Ya lo sabrán, me fascina el encaste Vega-Villar, el cruce realizado con sangre veragua y santa-coloma desembocó en uno de los encastes más peculiares y particulares de la cabaña brava española. En esta ocasión la entrevista del reportaje, con el visto bueno del ganadero Jesús Cobaleda, se la hice al actual mayoral Beli, aunque primero tuve una pequeña conversación con Jesús, el cual me comento que el primer mayoral que tuvieron en la ganadería fue Aniceto. Este probablemente vivió la época más floreciente de la ganadería, acompañado en muchas ocasiones a las figuras de la época en sus salidas a hombros por las puertas grandes de las distintas plazas de nuestra querida piel de toro. A este le siguió Adolfo, cuyo hijo aún está vinculado a la ganadería, ya que Oscar es el picador en las tientas que se realizan en la ganadería. Tras la jubilación de Adolfo le sucedió en el cargo Ignacio, este ha estado en la ganadería 43 años, los últimos 20 como mayoral, toda una vida, ya que tras licenciarse en la mili en Valencia se unió al “equipo” de Barcial hasta su ganado descanso, a este, a principios de 2021 le ha sucedido en el cargo Beli, el cual lleva trabajando esporádicamente para la familia 31 años, de estos los últimos 9 fijos en Barcial. 

 



Debido a su edad Jesús ha tenido un trato más estrecho y directo con Ignacio y Beli, calificándolos como dos personas con una afición desmedida, ya que, si no fuese así, no hubiesen podido desempeñar las labores de mayoral, siendo su trabajo fundamental para en el buen funcionamiento de la vacada, conociendo a cada animal y sus antepasados. A parte de sus costumbres y sus necesidades, evidentemente cada mayoral tiene sus defectos y sus virtudes, muchísimas más virtudes que defectos. Ignacio lo describió como una persona con una memoria privilegiada, pues conoce todas las reatas de memoria, no haciéndole falta consultar ninguna anotación para saber los descendientes de cada vaca y eso a la hora de realizar cualquier trabajo de enlotado lo aligera, de Beli ensalzó su versatilidad y la gran capacidad para solucionar cualquier problema. A parte de una afición por la tauromaquia fuera de lo común, desempeñando en ocasiones las labores de mozo de estoques, ejerciendo esta labor más directamente, con el novillero salmantino Raúl Montero Baz, del cual es su tío; muestra de su afición es que en sus años mozos intento la aventura de ser torero, siendo maletilla y frecuentando las plazas mayores de muchos pueblos de Castilla y León, llegando a alternar con el maestro Julio Robles.

 



 En todo reportaje lo primero fue fotografiar el ganado. En esta ocasión fue Beli el que me acompañó y me guio en las labores fotográficas, facilitándome esta tarea ya que conoce cada recoveco de las fincas, así como las costumbres y querencias, prácticamente de cada animal.


 

Tras fotografiar el ganado, en el comedor de la finca “La Matilla”, que por cierto es precioso, lleno de fotografías y recuerdos de la ganadería, mantuvimos una amena charla con Beli. Este nos contó que el día a día de la ganadería es tranquilo, lo primero es dar de comer al ganado y repasarlo, por si surge algún problema y solucionarlo. En el repaso del ganado le gusta “manosearlos” ósea, tenerlos controlados, hablarles y pasarles por su lado sin molestarlos. De esta forma, si hay que hacerlos pasar por los corrales o cambiarlos de cercado, estos son menos ariscos. Otras tareas que desempeña es acrotalar los becerros, en esta tarea hay que tener paciencia y maña, ya que las vacas de esta ganadería son muy “madres” y si no se hace con paciencia y maña te puedes llevar algún que otro susto. En conjunto le gustan todas las labores que desempeña, menos cuando hay que curar algún toro, por culpa de algún percance que hayan tenido, como puede ser alguna cornada o algún pajazo. 

 



Otro de los aspectos por el que le pregunté, es por el comportamiento del ganado en el campo, ya que es sabido, que, debido a las normas impuestas desde Bruselas, el ganado debe de pasar distintas pruebas sanitarias, para tener en regla la documentación exigida; debiendo de pasar varias veces por los corrales y las mangas, para ser saneados y poder ir renovando la carta verde, para poder comercializar las reses libremente por Europa; comentando que en líneas generales son animales tranquilos, siempre y cuando no se enfaden, cuando hay que bregar con ellos hay que hacerlo despacio y con paciencia. Nunca con prisas y violencia, pues si dicen que no son muy tozudos, como los tiene “manoseados” no tienen grandes problemas para trabajar con estos, eso sí, no teniendo que ver nada su comportamiento tranquilo en el campo, con el comportamiento en la plaza, bien sea en los distintos tentaderos; o a la hora de ser lidiados en la plaza, estos se trasforman pues son animales muy bravos, los cuales realizan unas peleas en el caballo espectaculares. 



 En cuanto al momento por el que está atravesando la ganadería lo califico, “al alza” y muy esperanzador ya que los resultados cosechados con los novillos lidiados en la temporada del 2019 así lo atestiguan. Teniendo un par de sementales que están ligando muy bien y que poco a poco irán recuperando las distintas plazas torista de España y Francia; esperemos que la situación actual permita que la ganadería acuda en esta temporada a las plazas reseñadas como las francesas en Vic-fezensac y Ceret o las españolas como Cenicientos, Miranda del Castañar o las novilladas promocionales de Castilla y León, para que puedan refrendar el buen momento por el que están atravesando. 

 


En nuestra charla a Beli se le notaba muy esperanzado he ilusionado con la ganadería, tan solo el covid ha sido el responsable de su frenazo, al igual que lo ha sido para todos, no dándole mucha importancia a los ataques antitaurinos que están sufriendo, pues cree que estos son un grupo reducido de personas que desconoce el día a día de la cría del toro bravo que, si estos viesen con sus propios ojos con el cariño y pasión con los que se crían, cambiarían radicalmente de opinión. Puntualizando, que los verdaderos antitaurinos están dentro del mismo sistema de la tauromaquia, al igual que algún que otro político, los cuales intentan imponer su voluntad y no la del pueblo. De lo que sí está sobradamente convencido es que, en esta ganadería, los toros no se comen a nadie, y la prueba está en que hay muchos toreros y novilleros que están colocados en los puestos punteros del escalafón que les piden tentar, tras hacerlo se van encantados, apalabrando otro tentadero, lo que no entiende es porqué, después no se acartelan con estos, al igual que lo hacían las figuras de otras épocas, como eran El Viti, Camino o Puerta. Pero bueno, esperemos que esa tendencia cambie por que de verdad se lo merecen, pues están realizando un duro trabajo y encima han pasado un invierno muy duro, con frio y una nevada que les estuvo dificultando su trabajo varios días, pero afortunadamente el ganado a día de hoy esta inmejorable y luce esplendoroso, como se puede observar en las fotografías, ya saben que más vale una imagen que mil palabras. 

 



Para finalizar, sólo me falta agradecer el trato recibido tanto por el ganadero Jesús como por los mayorales Ignacio y Beli, esperando y deseando que los buenos resultados se sucedan para que la ganadería recupere ese sitio que la historia de la tauromaquia les tiene reservado.