miércoles, julio 26, 2017

Pobres toros ( Juan Diego Madueño)


Cada vez que leo algo sobre la ley animalista de Baleares, las reglas que establece, las reacciones que ha provocado, siento pena por el único afectado en todo esto: el toro bravo. Despojado de solemnidad, insultado, amarrado a su forzada e inesperada condición de mascota. Imagino un futuro de ganaderías convertidas en parques de atracciones con toretes de esos que salen en los vídeos virales –los juguetes de los adultos convertidos en pasto intelectual- que se dejan acaricia...r, a los que se les puede dar de comer con la boca, montar en ellos, que corretean sobre hierba artificial.
Venderán productos para ducharlos, limpiarles los dientes y ponerles pañal, completando el círculo de atenciones del galgo de salón a la dehesa y de ahí supongo que a la Sabana, el último reducto donde las criaturas hacen lo que siempre han hecho: correr, dormir, comer y dejarse comer. Pobres toros.


Juan Diego Madueño

lunes, julio 10, 2017

Fallecimiento del padre de Javier

Esta tarde ha fallecido el padre de Javier y queremos estar con él en estos duros momentos, estar con él de corazón, sentir con él la pérdida de la vida de un ser tan querido, acompañarle en su pena y también a su madre y a su hermano, darles ánimos para seguir adelante…
Y no nos olvidamos de Victoria que ha perdido a su abuelo, un beso muy fuerte para ti.
Fundámonos todos en un cariñoso abrazo, juntemos nuestros corazones y tengamos un especial recuerdo para esta familia tan querida.


Jandro

viernes, julio 07, 2017

martes, julio 04, 2017

Manolete


"Carmen Acosta, conocida en el barrio cordobés de La Lagunilla como Carmeluchi, recuerda cuando su abuela le comenta a su señora que el niño, con no más de seis años, apunta maneras de torero. Es una alerta para Doña Angustias, que parece estar de nuevo en la senda de un destino que siempre le llevará a la muerte. Éste es el pasaje al que se refiere Carmen:

Doña Angustias le dijo a mi abuela: "Oye, oye, Manuela, donde está el niño que se ha perdido", "Pero mi ama, ¿tú no has visto nunca a tu hijo donde está?". "Yo, no". Y ya le tuvo que decir mi abuela: "Mira, yo llevo ya unos pocos días que se me pierde el trapo del polvo y el escobón". "Entonces tendría unos cinco o seis añitos". "¿Que se te pierde el escobón, y dónde está?". Como era un niño tímido, le dijo donde estaba el niño: "Pues haciendo la corrida". "Y dónde?". "En tu dormitorio". Efectivamente, el niño daba su paseíllo, ponía sus banderillas, cogía el escobón, se subía en el barandal de la cama y hacía de picaor, y luego cogía el trapo del polvo y toreaba. La madre se quedó... ¿Desde cuando lo hace?". "Pues ya lleva haciéndolo". La madre reaccionó: "Pues yo no quiero que sea torero". Y entonces mi abuela le contestó: "Pues yo creo que éste... va a ser de los grandes". "Anda, ya, Manuela, de los grandes..." Y mi abuela insistía: "Pero tu has visto de qué manera coge el trapo, con qué elegancia...". "Manuela, éso son cosas tuyas". "Acuérdate, ama".

"El día que mataron a Manolete", de Tico Medina.

Nota: Hoy en el Club Cocherito de Bilbao


A las 19:00 h se proyectará el documental “Manolete 50 años después”. 

A las 19:30 h cautivadora conferencia titulada “Manolete. La culminación de un sueño”. El aficionado y escritor José Morente nos desvelará la importancia de Manolete en la historia del toreo, ya que como él afirma: “sin entender el toreo de Manolete, no se puede entender el toreo de hoy”. Las palabras del conferenciante estarán amparadas por una gran colección de imágenes.

lunes, julio 03, 2017

Sobre la buena novillada de María Cascón en Las Ventas


porque la verdad es que la corrida de los lisarnasios de doña María fue una espléndida lección de que todos los prejuicios hay que dejarlos en casa cada vez que se va a los toros, porque la novillada de hoy de Madrid ha sido un regalo para el aficionado, lo mismo en presentación, que ha sido pareja y equilibrada, que en comportamiento, que ha sido marcado por la casta pero también por la franqueza en la embestida, con su poco de mansedumbre -y esto no se dice ni mucho menos como nota negativa-, por la manera en que han rebatido ese lugar común de la frialdad de lo de Atanasio en los primeros tercios, y por la pena mora de que no hayan caído en otras manos que los hubiesen lucido más y les hubiesen dado más fiesta, que en esta vida hasta para ser novillo hay que tener suerte.

(…)

A la finalización del festejo la bondadosa afición venteña, a quien algunos interesados quieren pintar como ogros furibundos, aplaudió con sinceridad al conjunto de los cascones haciendo salir al mayoral a saludar. Yo disfruté una barbaridad con esta corrida, pero creo firmemente que esto que han traído dentro los novillos no es, ni mucho menos, lo que de ellos esperaban quienes los compraron. Desearía fervientemente estar equivocado



José Ramón Márquez – Aquí la crónica completa -