martes, junio 14, 2022

Salvador Gavira por J. Porcar

 



En el parque natural de Los Alcornocales en tierras gaditanas del término Municipal de Alcalá de los Gazules, se encuentra la finca “Vega Blanquilla”, hasta ella nos desplazamos para acercarles la ganadería de Salvador Gavira García; no había estado nunca en esta finca y todos los comentarios que había oído, eran que esta, era muy bonita y la verdad se quedaban cortos ya que la belleza de esta es difícil de explicar con palabras pues al estar rodeada de agua, el pantano de Barbate la delimita, la belleza es singular, en esta pastó la ganadería de Baltasar Iban y cuando las aguas descienden aún se pueden ver las ruinas del antiguo cortijo de tan genial ganadero. 



 La jornada disfrutada en “Vega Blanquilla” fue inolvidable, lo primero fue ver las dependencias ganaderas, son muy funcionales y prácticas, poseyendo una placita de tientas muy singular, excavada en una ladera, aprovechando su tierra como pared, está rematada con unas balas de paja las cuales cierran el circulo dándole más altura y dotándola de una belleza espectacular. En esta pudimos ver a unos aficionados prácticos tentar, venidos desde tierras valencianas y turolenses, estos fueron aconsejados por el propio ganadero, el cual aparte de aconsejarles, predico con el ejemplo, cogiendo la muleta para hacerles ver lo que tenían que hacer, tras tentar pasamos a ver el ganado y en el paseo el ganadero muy apasionadamente fue contándonos los devenires ganaderos. 

 


El ser ganadero le viene por reata ya que su abuelo y su padre el llorado Antonio Gavira ya lo fueron, este tras fallecer en el 2005 en un desgraciado accidente campero, les dejo huérfanos, a nuestro anfitrión y sus dos hermanos, estuvieron unos años juntos, hasta el 2015, llegando a un acuerdo, el hierro de Antonio Gavira y la finca el “Soto de Roma” junto con unas pocas hembras y todos los machos fueron para su hermano Juan Antonio, su hermana prácticamente se desvinculo ganaderamente hablando, quedándose nuestro protagonista con la finca en donde nos encontramos y la casi totalidad de las vacas, sin machos, de inmediato Salvador ingreso con un hierro nuevo en la Asociación de Ganaderos de lidia, que no con una vacada nueva, pues la suya es una de las vacadas más viejas de nuestra piel de toro ya que proviene de la de Raso de Portillo, como así lo atestigua un estudio genético realizado por el veterinario Julio Fernández, el cual dice que el encaste de esta ganadería proviene en un tanto por ciento muy elevado de una de las razas fundacionales, la cual se creía extinguida como es la del Morucho Castellano, a estas se las aumento con unos reproductores de procedencia Conde de la Corte en 1921, en el 1930 se utilizaron algunos sementales de Pablo Romero, haciéndose el ultimo refrescamiento en el 1985 en donde se unen a la vacada unas 50 vacas y un semental de la ganadería de “Toros de El Torero”, estos fueron los mimbres con los que el padre de Antonio llego a la cúspide ganadera, siendo durante muchos años una de las ganaderías que más lidiaba en España, caprichos del destino todo se torció en aquel fatídico accidente, haciéndose cargo de la ganadería como he dicho con anterioridad sus hijos. 



  A Salvador le apasionaba y le apasiona la ganadería, le crecieron los dientes junto a esta, aprendiendo de su padre el difícil oficio de ser ganadero, sin olvidar sus menesteres estudiantiles, terminando la carrera de arquitectura, ejerciéndola durante algunos años, pero tras el fatal accidente de su padre, cambio su vida y más tras ver lidiar el mismo año del fallecimiento de este en Madrid el toro “Bonito” por Fernando Cepeda, este le corto una merecidísima oreja, y este toro tenía esas hechuras y esas embestidas que a Salvador le fascinan, pensando que tenía las monedas en el bolsillo y tenía que saber utilizarlas. 

 


Los primeros años como ganadero en solitario fueron duros, ya que no lidio ningún animal al no tenerlos, como es evidente, tuvo que reinventarse, sacar el dinero para subsistir de donde no había y tirar hacia adelante la vacada, llegando poco a poco las oportunidades, como fue la de poder lidiar en Madrid en el año 2017, ese día saltaron al ruedo varios toros de los que le gusta criar, habido un torero en el ruedo, el cual estuvo a la altura, como fue el recordado Iván Fandiño, este estuvo fenomenal sabiendo sacar todo lo que llevaban dentro sus oponentes, cortando una oreja que podrían a ver sido más, esa tarde la ganadería pego un paso hacia adelante, empezando a recoger el fruto por el que había trabajado y luchado varios años, teniendo esa demanda que tanto se había ganado; pero caprichos del destino esa buena marcha se vio truncada por la maldita pandemia, dejando de lidiar en seco, al igual que todos los ganaderos, por lo que tras reiniciar las corridas, la ganadería se ha visto relegada al olvido, teniendo que reinventarse nuevamente, estando ilusionado, pero al mismo tiempo contrariado, ya que las oportunidades que se merece no llegan y si llegan muchas veces son infames, porque en la actualidad, solo valen dinero los toros de plazas de primera y evidentemente una ganadería no tiene solo toros de plaza de primera, estando asqueado del sistema que rige la tauromaquia actual. 


 

Pero mientras las fuerzas y la ilusión no le fallen seguirá hacia adelante ya que en las distintas tientas que realiza ve que la ganadería está en buen momento y la ganadería tiene esos genes que a él le gustan y que al público que se sienta en un tendido le mantiene enganchado a la corrida sin aburrirse Evidentemente ha tenido que tomar decisiones drásticas para poder soportar esta maldita pandemia, como ha sido la de enviar animales al matadero y reducir un ápice la vacada, teniendo en la actualidad unas 250 vacas de vientre y 6 sementales, que no pueden ser menos para no tener problemas de consanguinidad, que no los tiene a pesar que su vacada son muchos años los que trabajan con los mismos mimbres, de esta manera puede abrir líneas he evitar los problemas derivados de la consanguinidad.

 


 Estuvo unos años manteniendo bajo mínimos los toros, ya que no savia si los podría lidiar y cuando esto empezó a reactivarse los primeros toros que empezó a rematar fueron aquellos con mas trapío a pesar de que muchos de estos savia que no los lidiaría en ninguna plaza, pero tenían y tiene ese trapio que el aficionado a los festejos populares demanda y de hecho esos toros los esta lidiando en este tipo de festejos y le permite sobrevivir como ganadero, esperando que llegue esa oportunidad que se merece, no solo por el, sino por sus antepasados que fueron los que crearon esta ganadería, en la cual no hay que olvidar lleva la sangre de una de las ramas fundacionales del toro de lidia y encima el lo potencia, ya que no utiliza ningún semental cuya pureza genética dentro de lo que es la raza morucha castellana no tenga el 75 por cien o incluso más. Esperemos que esta ganadería sobreviva y salga de ese olvido que no se merece y en unos años este acartelada en esas ferias que siempre estuvo.