jueves, enero 14, 2016

¿Ha llegado la Fiesta de los toros a su final? ( François Zumbiehl )


-Tenemos que asumir la ambigüedad de tal pregunta. Puede en efecto suponer que, por motivos internos y externos, la corrida está a punto de desaparecer, o, por el contrario, que su evolución le ha hecho llegar al nec plus utra; en otras palabras, que va encaminada a la sima o a la cima.
-casi todas las críticas coinciden al observar que el espectáculo actual ha perdido buena parte de su emoción, la que despierta la combinación equilibrada de la emoción estética con la evidencia de la lidia y del peligro.
-Puede ser en algunos aspectos que se toree mejor que ayer, pero en la mayoría de los casos al mismo tipo de toro, el toro « bravito », casi nunca del todo malo (el « manso de solemnidad » es una verdadera rareza hoy en día), pero en el que se juntan pocas veces la bravura y la casta ; en resumidas cuentas un toro « que sirve » en la medida en que sus fuerzas se lo permitan, pero « transmite » a penas. Me parece que esto se debe en gran parte al estatuto de los ganaderos que, salvo una decena de ellos, ha bajado notablemente en la Fiesta y en la sociedad si comparamos con su situación en el siglo anterior.
En sus criterios de selección deben más que nunca plegarse a las exigencias de las figuras y de la gran masa del público. Cuando no se ven obligados a practicar dumping para vender sus animales, la rentabilidad es para ellos una preocupación acuciante. 
- De ahí las muy indecorosas fundas para proteger los pitones y para evitar las bajas debidas a las riñas de los toros en el campo. Tal vez sea principalmente una cuestión de imagen, pero es que ésta resulta muy negativa.
Acrecienta y evidencia la manipulación de las reses bravas, y las aleja de su componente de animales libres, salvajes e intocados. 
-Por otra parte el espectáculo de la corrida se ha reducido bastante. De los tres tercios establecidos en tiempos de Paquiro el único que mide el éxito y las orejas es el último, con la faena de muleta más que con la estocada. Los dos anteriores vienen a ser para muchos una formalidad.
-¿qué porvenir espera la corrida si los aficionados ya no perciben o no asumen el significado profundo de ese ritual, que viene a ser la puesta en escena del enfrentamiento entre la condición temible de un animal indómito y la inteligencia de un hombre, demostrada en particular por la gracia de su arte ?
-Otro inconveniente para entender esta fiesta : el hecho de que está basada en la intromisión en la ciudad de las realidades del campo, empezando por el toro y, más allá, por esta necesidad de criar animales y luego matarles para el beneficio humano. Los ciudadanos, sobre todo los jóvenes, saben poco de estas realidades cuando van a comprar en el supermercado su trocito de carne como si se tratara de cualquier producto manufacturado, olvidando que éste resulta de una matanza oculta.

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