Toros en Bayona (Papa Negro)

Javier: He leido lo sucedido en los festejos mas importantes de ayer (sábado, 9 de Agosto). Tengo la impresion tras somera reflexión que hubo TOROS en BAYONA y ÉXTASIS e EL PUERTO.

Las crónicas utilizan distintos idiomas (como no podia ser de otra manera) y no me refiero a que una va en francés y otra en español, primas románicas, sino a la profunda diferencia de su significado.Así estan las cosas. Tu me entiendes.Un abrazo

PD/ La crónica de Zocato y la foto son de "Sudouest". La de Crivell es de "El Mundo" y la foto de Manzanares de Fran Niño (Burladero). Otrosí y a riesgo de ser pesado, pregunto : ¿Hoy hay un "festejo especial" en El Puerto?... y si lo hay, ¿de qué especialidad, letras o ciencias, medica o quirúrgica?. Eso anuncia Crivell: Sorpresa habemus.

TOROS EN BAYONA:
Olé les sept Miura !
Zocato
El Fundi : Une oreille et une oreille. Javier Valverde : Salut au tiers et vuelta. Joselillo : Silence et silence. Six exemplaires des héritiers de Don Eduardo Miura, aux carrosseries typiques de la maison (567 à 610 kg ; moyenne, 587, braves en général à la pique 14 contacts) et dans l'ordre : maniables les premier, second et cinquième ; suave l'ultime ; manso le troisième et drôle de loustic le suivant. Le fondateur fut chapelier. Venu des Pyrénées, il s'installa à Séville, épousa la fille du patron et s'associa avec lui. Prospère en affaires, fou de toros, il acheta un lot de vaches, trois étalons et, en 1849, claquèrent au vent les cinq lettres de Miura, un nom d'origine japonaise signifiant « les trois rivières ». Toros d'un autre temps. Un siècle et demi plus tard, tant d'eau a coulé, Pepete, Espartero, Manolete et tant d'autres y laissèrent leur sang, mais personne n'arrêta la légende des Miura.
On les a connus plus forts, plus lourds, longs, hauts, méchants ou débonnaires. Souvent vautours, à l'exception petits lapins… mais rarement avons-nous contemplé une si intéressante variété de comportements. Captivant éventail de toros d'un autre temps, aux pattes de bêtes des cavernes et ce galop bizarre et chaloupé qu'on croit naître de l'impossible mariage d'un rhinocéros et d'une antilope. Il y a aussi ce regard qui ne trahit jamais la vérité : un Miura parle avec les yeux. S'il est vicieux, tel le quatrième, il le dit, prévient une ou deux fois avant de ne plus trouver d'excuse.
El Fundi connaît la zizique et sait lire, même à l'envers, les partitions. Aux banderilles, ce toro nie toute ouverture.
Le piano ne passe pas dans l'escalier… Fundi doit sauter par le balcon de la voisine alors que rien ne l'y oblige. Il guerroie, boxe, étire, prolonge, se fiche des décapitations en fin de séries, quand le toro a des fureurs d'échafaud. Il y eut trois ou quatre pechos où José semblait courir entre les éclats d'obus ! À 40 ans verrouillés et plein d'argent ! Le reste de ce maestro en or massif, vous le savez : estocades à corps offert, lidias déchaînées et, cerises, à l'orée du bois, un molinete, trois naturelles et un couple de derechazos de calme plat et mer d'huile. De toute façon, à force de ressembler aux Miura, El Fundi en est devenu un. Hier, ils étaient donc sept !
ÉXTASIS EN EL PUERTO:
"Manzanares y Perera, presente y futuro de la Fiesta"
Carlos Crivell
Ganadería: seis toros de Santiago Domecq, de presentación desigual, muy anovillados el segundo y el sexto, y de buen juego en conjunto. La corrida fue brava en el caballo y desarrolló calidad en distinto grado, destacando la calidad excepcional del segundo, de nombre Avispón, premiado con la vuelta al ruedo.
El Juli: estocada (una oreja) y estocada caída y trasera (una oreja). José María Manzanares: estocada (dos orejas) y estocada (saludos). Miguel Ángel Perera: estocada caída (una oreja) y estocada (dos orejas)
Plaza de El Puerto, 9 de agosto de 2008. Lleno La terna salió al ruedo de la Real plaza portuense con la ambición en los dientes, es decir, que salieron dando bocados para buscar el triunfo y sobresalir por encima de sus compañeros. La corrida manejable de Santiago Domecq puso el resto y la tarde fue emotiva por momentos. El Juli derrochó ganas y profundidad; Manzanares hizo crujir las balconadas de la plaza con su toreo de arte excelso, mientras que Perera fue un huracán estoico que se pasó los toros por las taleguillas en una demostración inmensa de valor.
La corrida fue de las que hacen afición. Es, probablemente, el mejor cartel que puede verse en el circuito taurino, salvando festejos especiales como de esta tarde con Morante y Tomás.
Entre tantas emociones, la lidia del segundo fue sencillamente ejemplar, digna de ser revisada como muestra de lo que es un toro y lo que son unos toreros. La bravura de Avispón se puso de manifiesto desde su salida. Las hechuras no eran muy aparentes; estaba anovillado, pero cuando acudió al caballo con fijeza y apretó con bríos, la cabalgadura de Chocolate se resistió en una hermosa pelea. Bravo el de Santiago Domecq y maestro de varilargueros el joven sevillano. El tercio de banderillas fue memorable. El toro galopó con alegría para que Curro Javier colocara dos pares cumbres, de los que reivindican un tercio que anda desnaturalizado por matadores correcaminos. El segundo de los pares fue tan soberbio que la plaza reaccionó al unísono enfervorizada por tanta belleza.
Manzanares hizo una faena de matices soberanos. Los pases del saludo, muy lentos, cargando la suerte con el pecho por delante, fueron una hermosa tarjeta de presentación. A partir de ahí, una faena de lentitud pasmosa, temple infinito, buen gusto a raudales, parsimonia y ceremonia, un lujo para los sentidos. Fue una labor maciza, ligada, sentida y cantada, de esas que entran pocas en una temporada. Y todo ello gracias a que el toro seguía y perseguía la muleta que el de Alicante mecía con primor. El toro se defendió algo al final, la misma obra de Manzanares se enturbió con un feo atropello, pero fueron detalles nimios. Dejó una estocada y la plaza presenció la muerte bellísima de un toro bravo. No cabe más grandeza: toro bravo y torero de arte frente a frente en El Puerto. Vuelta al ruedo para Avispón y dos orejas para Manzanares.