Leo y oigo voces escandalizadas por la retirada de unas subvenciones comunitarias de las que se benefician las ganaderias de bravo.
En principio me parece que el tema de las subvenciones debe mirarse con lupa, ya que ,por un lado, las pagamos entre todos y por otro rompen unas reglas de mercado a las que estamos todos sujetos (para lo bueno y lo malo). Esto no implica que en determinados casos excepcionales y ante circustancias concretas debamos apoyar, subvencionar, determinada actividad empresarial.
Pero todos lo comentarios van dirigidos a considerar la retirada de la subvenciòn como un ataque directo a la fiesta de los toros. Agradecerìa que alguièn me explicase el motivo por el que se deba subvencionar a dichas explotaciones ganaderas.
Por otro lado, tambièn se oyen voces pidiendo una mayor implicaciòn de los poderes pùblicos en el apoyo a la fiesta. Dada mi total desconfianza en los polìticos y en gran parte de los organismos pùblicos, creo que es mejor que estèn alejados, y pedirles, solamente, que una pequeña parte de los beneficios que les reporta el mundo taurino lo reinviertan en la difusiòn de la fiesta.
Los evidentes problemas que actualmente se plantean en el mundo taurino, deberan ser solucionados por todos los estamnetos implicados, empresarios, toreros, crìticos, aficionados...sin esperar nada, o muy poco, de los medios pùblicos, y màs en estos tiempos de lo "politicamente correcto".
Completamente de acuerdo, Javier. ya escribí algo sobre esto en este post y en este otro. Me alegro de que alguien más piense como yo, porque parece que estar en contra de la cultura de la subvención (muy arraigada en el mundo taurino) es considerado por muchos fariseos como un delito de lesa tauromaquia.
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