lunes, septiembre 15, 2008

"Ética y Estética" (El Fundi) - el papa negro_


Javier:
Un abrazo.
Se puede torear sin ponerse bonito
RAFAEL CABRERA
Lo que ha hecho el Fundi hoy, al margen del enorme mérito que ha tenido, es otra muestra de cómo para torear no es preciso ponerse bonito con la burra inválida. Basta con que salga el toro, con casta o con genio –mejor lo primero-, y con que haya un torero dispuesto a tragar, a aguantar, a colocarse en su sitio, en el meritorio, en el arriesgado, a afrontar la vida y la muerte en esa postura ética que tanto preconizamos, y a someter un toro con ganas de salir en los sucesos. En definitiva, torear es afrontar el riesgo innato a la fiesta de los toros y burlar al toro, aunque no haya pases largos y profundos, naturales o derechazos de los que los cursis llaman de “ensueño”. Basta con ponerse en el lugar en el que se ponen los verdaderos héroes y someter a un bicho con instintos homicidas. La emoción ha llenado la plaza de Albacete, el interés no ha decaído en toda la tarde, pero especialmente nadie se ha perdido un solo instante de lo que sucedía con el cuarto, el toro del Fundi. En definitiva, en eso consiste el toreo, en hacer que un toro haga lo que quiere el diestro, no lo que gustaría de hacer el animal, en burlar sus acometidas, en colocarse en el sitio del mérito auténtico, y en poder con la fuerza bruta del toro. Si eso, además, se tiñe de arte, de gusto, de estética, mejor que mejor, pero tampoco es imprescindible para ver torear, basta con el valor, con la técnica, con la quietud, con la colocación, con la ética, en resumen.

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