Si en vez de tanto toreo de perfil –por echar la pierna atrás- le diera algo más el pecho, si no se retorciera tanto o se despatarrara como Julián (que debe ser su torero de espejo) sería un diestro de muchos mayores méritos, sin duda.
(...)
Así que ya ven ustedes, una corrida en la tónica
de ayer, en la que sólo la voluntad –con aciertos y errores- de Juan del Álamo
surgió como un oasis en el desierto y nos hizo comentar los lances, acabado el
festejo…, durante hora y media poco más o menos.
Rafael Cabrera- Aquí
la crónica del festejo de ayer_
Nota: Vimos a Juan del Álamo en Sevilla y en Madrid. Estaremos especialmente atentos a su evolución. Ya le buscamos en los carteles.
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