A 17 kilómetros de Ciudad Rodrigo, río Águeda abajo, cientos de
toros grabados sobre la pizarra negra se encuentran reunidos para la
eternidad en un Concilio de Piedra.
Quizás sean los testigos de un antiguo culto que los antepasados
lejanos de los mirobrigenses rendían al sol durante el Paleolítico.
Eso explican, al menos, en el centro de interpretación.
Lo cierto es que, durante más de ocho milenios, aquellos
cazadores-recolectores lucharon aquí contra los toros salvajes que
poblaban la comarca. Y para que nadie pudiera poner en duda los
hechos, grabaron su efigie en la piedra.
[…] para cualquier aficionado que se acerca a los carnavales de
Ciudad Rodrigo -que en un día suman más que todos los visitantes de
Siega Verde a lo largo del año- se vuelve obligatoria la visita a
este museo del paleolítico, para entender que lo nuestro nació
mucho antes de lo afirmado por aquellos que pretenden denegarle a la
cultura taurina su sitio en el Patrimonio de la Humanidad […] Ahora
falta rematar la obra e inscribir también las manifestaciones
modernas de esta cultura milenaria... Porque, si bien los
cazadores-recolectores dejaron un día de grabar sus obras en Siega
Verde, los toros que las inspiraron continúan bebiendo las aguas del
río Águeda.
Tierras Taurinas. Opus 26 Viaje a Miróbrija
Nota: Matías, en el bajo del tendido 2 de Las Ventas, dispone de un buen número de ejemplares de Tierras Taurinas
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